José Mujica y Barack Obama evitaron hablar públicamente de la legalización de la marihuana en Uruguay. En cambio, hablaron de las canas del presidente de Estados Unidos.
Mujica y Obama se dan la mano en la Casa Blanca
“Lo primero que me dijo es que mi pelo está mucho más gris que la última vez que me vio”, aseguró Barack Obama sobre su reunión en la Casa Blanca con José “Pepe” Mujica.
Aunque el presidente uruguayo vaya el jueves a la OEA, organismo del cual los dos países son miembros, a defender la ley de legalización de la marihuana en su país, este asunto quedó afuera del temario que los presidentes tocaron frente a la prensa.
En la rueda de la Casa Blanca, previa a una reunión privada, los presidentes hablaron de las canas de Obama, de la necesidad de ser bilingüe en este continente y discutieron si Mujica era un presidente “pobre” o “humilde”.
Pero de drogas, nada.
Y eso que el presidente estadounidense admitió haber probado la marihuana y existe un estado que aprobó su legalización (Colorado). Este tema fue evitado por la administración de Obama, que prefirió no hacer referencia a la droga, ya que es un asunto confuso y políticamente delicado en Estados Unidos.
Así, los dos presidentes pasaron del asunto y tampoco hablaron de la posibilidad de que Uruguay dé asilo a presos de Guantánamo. Lo que quedó en el tintero posiblemente se lo hayan reservado para la intimidad.
Para finalizar la comparecencia ante los medios, Mujica dijo que se está poniendo viejo y que le gustaría dejar su hogar para conocer el Missisipi y los ranchos de Estados Unidos. El uruguayo se despidió con un saludo a “todos los agricultores de esta nación”, ¿Se referiría también a la gente que tiene un “auto-cultivo”?