Una mujer maravillosa al cobijo de Sor JuanaCon cierta tristeza nos damos cuenta de que a pesar de tantos esfuerzos y tantas campañas en pro de la igualdad, el número de mujeres protagonistas en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara sigue manteniéndose a la baja. Las intelectuales y destacadas escritoras femeninas ocupan uno o dos lugares en los extremos de las mesas de honor. ¿Por qué? Porque en realidad son pocas con las que se cuenta, porque los cánones de urbanidad y buenos modales lo dictan así o porque sencillamente nadie se ha dado cuenta de eso.Uno de los eventos en donde realmente son las mujeres protagonistas, es la entrega del Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, cuya primera convocatoria se llevó a cabo en 1993 durante el Cuarto Simposio de Escritoras de América Latina, celebrado durante la FIl de ese mismo año. Desde entonces veinticuatro mujeres del mundo hispano se han hecho acreedoras de tan distinguida presea. Mujeres maravillosas desfilaron por la FIL en su trigésimo aniversario, y aunque fueron pocas las protagonistas brillaron en todo su esplendor. Tal es el caso de la escritora sevillana Marina Parezagua, quien fue merecedora, en esta edición, del destacado premio que distingue el trabajo de las escritoras iberoamericanas.Perezagua arrebató el corazón del jurado con su primera novela titulada “Yoro” de la editorial Los Libros del Lince. Ignacio Padilla (fallecido en agosto de este año), Anamari Gomís y Angelina Muñiz-Huberman (Premio Sor Juana 1993) elogiaron el estilo narrativo de la joven escritora y lo poco convencional de la temática.“Yoro” abarca entre sus páginas historia, ciencia ficción y denuncia. Marina Perezagua convierte las cenizas en belleza y borra las fronteras entre lo masculino y femenino, lo cual la llevó a coronarse como la ganadora entre ochenta y cuatro participantes.Con un discurso de aceptación poco común, Marina asoma sus dificultades y tropiezos por conseguir la ciudadanía en EEUU, y cómo este Premio viene a solucionarle un problema que le ha causado muchas lágrimas y miles de dólares. Una chica tímida, pero de sonrisa fácil. Perezagua tiene la facilidad de cautivar a quienes la rodean con su emotividad y sencillez.A unas cuantas páginas de su novela, el lector ya está prendado de ella. Una protagonista movida por la fatalidad que otros tejen a su alrededor. Un viaje en la historia a través de la crueldad y el amor. Sin duda una historia inolvidable firmada por una digna representante del legado de Sor Juana Inés de la Cruz. Ahora su nombre aparece en la misma lista que hace honor a: Claudia Piñeiro, Laura Restrepo, Margo Glantz y Elena Garro entre muchas otras.“No tengo articulada ninguna poética, pero en mi escritura intento hacer algo ‘bonito’ a partir de lo más terrible: como una víctima de Hiroshima que puede sentirse agradecida por algo. Este Premio lo recibo muy contenta por muchas razones. Siempre he tenido la obra de Sor Juana, su escritura, muy presente; una de las obras que comenté en mi examen de doctorado fue la Carta Atenagórica. Y agradezco el hecho de que este Premio sea otorgado en México, un país muy importante en mi carrera, donde siempre he sido bien recibida”.
Marina Perezagua. Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2016