Marina Serrano, Segunda fundación
VI
Si llueve, y ella dijo que sucede a menudo
en Bulgaria,
llueven flores amarillas,
no mentiría acerca de algo tan importante:
—la espora de mi primordio
fue una flor
que llovió en Bulgaria.
Las otras lluvias
de los otros mundosparecen envidiar:
recostadas, alcantarillas mediocres y caminos,
suben por los techos para florecer, con su raíz
de piel.
Hay tormenta, el día es casi una tarde, y salgo a la calle:
llueve un mar de flores amarillas.
XXXIII
Si tuviera unas zapatillas rosas,
en el Mikonos celeste
de la gente gay y el pescado fresco
compraría una gargantilla
con piedra gay celeste fresca y oro,
de esas que, abierta, como el tiempo
no se une
se superpone
o un anillo blanco y lúcido,
y si fuera un hombre
daría la compra con tal ceremoniaque mi vida entera podría girar en torno
a ese simple acto
de tomar, circundar
con una sombra delgada.
Marina Serrano (Quequén, Buenos Aires, 1973), Segunda fundación. Cabiria. Buenos Aires. 2015.