Todas las palabras se callan
en los silencios ardientes,
en el sol que reverbera sobre la arena fría
de un invierno marino.
Mi soledad se lleva bien con el mar
al que vuelvo cada tanto
para escuchar su rumor,
sus gaviotas azules
de vuelo bajo.
Hoy de nuevo el mar
acompañando soledades
me devuelve la vida
Nubes rosas en el horizonte
entre las velas del puerto
presagios de agua y sol
en baile de olas,
ondas que se cruzan y entrecruzan
en la danza de la vida
mar adentro.