Ante la actividad de Unión Militar Española (UME), parte los militares españoles que se oponen a sus postulados y objetivos fundan en 1934 la Unión Militar Republicana Antifascista (UMRA), una asociación clandestina impulsada por el coronel Eleuterio Díaz-Tendero Merchán, cuyos objetivos no eran otros que defender la República como forma de Estado y contrarrestar en el seno del ejército la influencia de la derecha más reaccionaria y conservadora que representaba la UME.
Eleuterio Díaz-Tendero Merchán
Las elecciones generales de noviembre de 1933 habían dado el triunfo al Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, que forma Gobierno con el apoyo en el Congreso de la derecha católica de la CEDA de Gil Robles y el Partido Agrario. Más tarde, en octubre de 1934 la CEDA entra a formar parte activa en el seno del Gobierno, oscureciendo aún más lo que se dio en llamar "Bienio Negro" (Noviembre 1933- Febrero 1936).
En diciembre de 1933 se crea Unión Militar Española (UME), la impulsan grupos de militares descontentos con la reformas militares de Azaña, y, sin el menor reparo, defensores del fracasado Golpe de Estado del General Sanjurjo (1932). Es más, desde sus filas llegaba a acusarse a cierta parte del Ejército de ser antiespañol. Ya se podía leer en sus proclamas alusiones explicitas en contra de la masonería, el comunismo, la anti-patria, la ruina de la familia cristiana, los nacionalismos regionales, etc. En alusión a la sofocada revolución de octubre de 1934 llegaron a manifestar:
"¡Ya veis españoles, como no se fusila a ningún culpable auténtico de crimen contra la Patria! Ni a Pérez Farrás, ni a Largo, ni a Prieto, ni a Azaña..."
En octubre de 1935, como parte del memorando secreto entregado a Mussolini por el líder de Renovación Española, Antonio Goicoechea, en la reunión que mantuvieron en Roma el 11 de octubre de 1935, y en cuya redacción había intervenido la UME, se puede leer:
"La U.M.E. acepta el statu quo presente y toda posible evolución hacia la derecha, pero con la consigna de intervenir violentamente en el momento en que la política oscile hacia la izquierda facilitando la participación en el poder de algunos de los partidos coaligados en la revolución de Octubre"
Para que seguir, solo añadir que la UME participó activamente en el Golpe de Estado de julio de 1936 y que todos su afiliados combatieron gustosos en las filas franquistas durante la Guerra de España.
Desde la UMRA, el teniente coronel de Ingenieros Ernesto Carratalá Cernuda, redactó un Manifiesto:
"A todos los compañeros antifascistas, sin distinción de ideas políticas", basándose en que "Cada militar, cualquiera que sea el partido al que pertenezca, debe trabajar en el seno de una organización militar, como defensor de la República en peligro, contra el fascismo amenazante".
Como resultado se consiguió la inclusión de la Unión Militar Antifascista, de iniciativa comunista y la Unión Militar Republicana, de iniciativa socialista, dentro de la UMRA.
Tras el triunfo en las urnas del Frente Popular (febrero de 1936), al menos dos miembros de UMRA fueron asesinados a manos de pistoleros ultraderechistas; el primero fue el capitán de Ingenieros Carlos Faraudo, asesinado el 8 de mayo de 1936 en plena calle, a causa de un disparo por la espalda, se dirigía a su domicilio en compañía de su mujer. Su nombre aparecía en una lista, supuestamente confeccionada por la UME, de militares republicanos socialistas que debían ser asesinados. El otro fue el teniente José del Castillo Sáenz de Tejada, también figuraba en la lista citada; el 12 de julio de 1936, mientras caminaba hacia su puesto en el cuartel, cuatro pistoleros de extrema derecha le disparan causando su muerte. En los dos casos se sospechó que los autores de los asesinatos pudieron ser miembros de la UME. Seis días después del asesinato de José del Castillo daba comienzo la Guerra de España.
Carlos Faraudo
José del Castillo
Ni que decir tiene que todos los miembros de la UMRA se mantuvieron en julio de 1936 leales a la República, combatiendo entusiastamente contra los sublevados. Como suele ser habitual, podemos encontrar en archivos y publicaciones los nombres de algunos de los miembros de la UMRA, pero no es así si nos centramos en suboficiales y clases subalternas. Los datos de los que pertenecieron a esta Asociación son muy escasos, es más, uno de sus cofundadores, el coronel Eleuterio Díaz-Tendero Merchán, desde su exilio en Toulouse tras la caída de Cataluña, se aseguró de destruir el fichero de la UMRA. Finalmente Díaz-Tendero, acabó sus días en un horno crematorio del Campo de Exterminio de Dachau (Baviera), fue el 13 de febrero de 1945, unas semanas antes de la liberación del campo por las fuerzas aliadas.
Por supuesto no faltaron miembros de la UMRA en la Armada leal, algunos de ellos citados ya en este Blog por su participación en la guerra. La historiadora Victoria Fernández Díaz, recoge en su Tesis Doctoral, "Aproximación al exilio republicano a través del exilio de los marinos de la Armada tras la guerra de España" (2021), los nombres de algunos de los marinos leales a la República pertenecientes a la UMRA.
(1) Exilio en Francia. Maquis en Francia y España, Grupos Urbanos Madrid. Condena a muerte condonada por cadena perpetua.
(2) Exilio en Francia. Maquis. Mauthausen. Superviviente. Falleció en Francia
(3) Exilio en Francia. Maquis. Fallece en Casablanca en 1948
Han pasado ya casi 88 años desde que un grupo de militares fundasen la Asociación Militar Republicana Antifascista, el resultado de la guerra y la dictadura acabó con los nobles objetivos que pretendían. En las postrimerías del Franquismo (1974) vio la luz otra asociación clandestina de militares, la Unión Militar Democrática (UMD) claramente antifranquista y dispuesta a llevar al seno de las Fuerzas Armadas una serie de reformas dirigidas a la democratización de las mismas.
En el verano de 1975, meses antes de la muerte del dictador, se calcula que los militares identificados con la UMD podrían ascender a medio centenar, además de otro tantos colaboradores. Cifras aproximadas ya que, por razones obvias, muchos de los comprometidos mantenían el anonimato por miedo a las represalias, un temor que siguió existiendo aún después de la muerte de Franco. En ese mismo verano se llevó a cabo la detención de varios de los líderes de la UMD, nueve de ellos fueron juzgados (8/3/1976) en los cuarteles de Hoyo de Manzanares (Madrid), fueron condenados a un total de 43 años de cárcel y, en el caso de siete de ellos, a la pena accesoria de expulsión del Ejército. En los días siguientes al juicio siguieron los registros y detenciones en diversas provincias con el objeto de paralizar y amedrentar a los militares comprometidos y a los que hubieran tenido la tentación de comprometerse. Dos años más tarde, en junio de 1977 la UME se auto-disuelve en base a que la recién estrenada democracia haría realidad sus objetivos. Está claro que no fue así.
La Ley de Amnistía de 1977 les sacó de las priones y se autorizó su reingreso en las Fuerzas Armadas, pero el reconocimiento de su aportación a la llegada de la democracia tardó mucho en producirse. Tuvo lugar en 2009, 22 años después, mediante una declaración institucional, publicada en el Boletín Oficial del Estado (293/05/12/2009) y en el Boletín Oficial de la Defensa, en la que se reconocía esta participación y se hacía referencia a la persecución de que fueron objeto jefes, oficiales y suboficiales de la UMD, de forma judicial y extrajudicial.
Es de justicia poner de manifiesto que los sacrificios personales y profesionales asumidos por los militares de la Unión Militar Democrática (UMD), que arriesgaron su carrera y promoción profesional e incluso su libertad personal, son prueba manifiesta de su patriotismo, su alta conciencia democrática y su inquietud por contribuir a mejorar las Fuerzas Armadas, en el marco de la convivencia entre todos los españoles. El compromiso de los miembros de la UMD contribuyó a hacer visible la voluntad de un número significativo de oficiales de las Fuerzas Armadas que propiciaron y apoyaron la transición a un régimen democrático y constitucional.
Hoy en día, a finales de 2021, la democracia aún no ha llegado plenamente a nuestras Fuerzas Armadas, tampoco se ha conseguido desterrar de ellas un franquismo más que latente y alentado por la extrema derecha política. El reconocimiento debido hacia los militares que permanecieron leales a la República durante la Guerra de España ha sido olvidado por todos los Gobiernos habidos en España desde el fin de la dictadura y hasta nuestro días, y ello a pesar de lo establecido en la Ley 52/2007.
Al igual que vieron la luz la UMRA y la UME, y prácticamente por los mismos motivos, hoy en día la Asociación por la Memoria Militar Democrática (AMMD), nacida en 2018, toma el relevo, una asociación por ellos mismos definida como:
Un movimiento de militares demócratas, antifranquistas y antifascistas, que surge del Manifiesto contra el franquismo en las Fuerzas Armadas y tiene como objetivo erradicar las ideologías de carácter totalitario y antidemocrático de entre los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil.
Entre sus objetivos destaca la defensa de la dignidad de las víctimas del fascismo, la recuperación de la memoria y el reconocimiento de aquellas personas, especialmente miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, que se opusieron a la sublevación militar contra el gobierno legítimo y legal de la II República.
Los objetivos de la AMMD son ambiciosos a la vez que necesarios, en su web se puede acceder a todos ellos. Entre estos objetivos: expulsar a los franquistas de las Fuerzas Armadas, eliminar los símbolos franquistas de todas las instalaciones militares y, como no, dignificar la Memoria de todos aquellos militares que se mantuvieron leales al Gobierno de la II República y la de aquellos que fueron represaliados por la dictadura.
Desde aquí, les deseo el mayor de los éxitos, todos los demócratas lo necesitamos. Estemos atentos a sus mensajes.
Benito Sacaluga.