Esfuerzo y amor por las letras son las claves que definen la vida de Mario Benedetti, uno de los más relevantes y queridos escritores contemporáneos. Destacado poeta, novelista, dramaturgo y crítico, Mario Benedetti nació en 1920 en Paso de los Toros (Uruguay). Hijo de Brenno Benedetti y Matilde Farugia, fue bautizado con cinco nombres ( Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia), según la costumbre italiana.
Cuando Mario tenía dos años, su familia se trasladó a Tuacarembó, donde fue víctima de una estafa. Realizó sus estudios primarios en el Colegio Alemán de Montevideo y de ahí pasó al Liceo Miranda. Debido a una apretada economía familiar, un joven Mario se vio obligado a cursar por libre la enseñanza secundaria, al tiempo que trabajaba ocho horas diarias en una empresa de repuestos para automóviles.En 1938 se trasladó a Buenos Aires, donde empezó a colaborar con el célebre semanario Marcha y publicó su primer libro de poemas, “La víspera indeleble“. En esta ciudad conoció a Luz López Alegre, no sólo el amor de su vida, sino inspiración de gran parte de su obra y con quien contrajo matrimonio en 1946. A partir de aquí, la trayectoria del escritor es imparable: participó en varias revistas como Marginalia, Número o Marcha y empezó a escribir las piezas más importantes de su bibliografía.En 1957 viajó a Europa por primera vez, como corresponsal de Marcha y El Diario. Tres años más tarde escribió la que se convertiría en una de las novelas de referencia de la literatura hispanoamericana: “La tregua“, adaptada al teatro, radio, televisión y cine y traducida a trece idiomas.La década de los 60 vio conformarse al verdadero Mario poeta, pues en esta época publicó algunos de sus más conocidos volúmenes de su obra en verso, como “Inventario” o “Poesía de hoy por hoy“. Es la época en la escribió también “Gracias por el fuego” (1965), una ácida crítica a la sociedad y a la corrupción en el periodismo. Además, comenzó a involucrarse en política, fundando en 1971 el Movimiento de Independientes del 26 de marzo.
Entre 1966 y 1967, residió en París, ciudad donde fue locutor para la Radio Televisión Francesa y traductor de la UNESCO. Vuelta al nuevo continente, fundó en La Habana el Centro de Investigaciones Literarias de la Casa de las Américas y trabajó en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Montevideo. El inicio de la dictadura en su país en 1973 lo llevó a exiliarse a Buenos Aires, de donde huyó primero a Perú, después a Cuba y finalmente llegaba a España en 1980.En 1985 y, tras doces años de exilio, por fin se reencontró con su país, un ya democrático Uruguay. Desde entonces y, casi hasta el momento de su muerte, vivió a caballo entre Madrid y Montevideo.“Vivir adrede” es el título de la última obra publicada por este autor, donde queda patente su peculiar, irónico y crítico modo de ver la vida, una vida que, tras 60 años de matrimonio, le arrebató en 2006 a su querida Luz, esposa, compañera y musa. Tras innumerables reconocimientos públicos a toda una carrera dedicada a las letras, en 2009, y a causa de una afección intestinal, murió este polifacético escritor que siempre se había considerado a sí mismo “más poeta que otra cosa”.En un emotivo y multitudinario entierro, miles de jóvenes se congregaron, clavel y bolígrafo en mano, para decir adiós a uno de los escritores con más personalidad de los últimos tiempos.Publiqué este artículo por primera vez en la web Vidasfamosas.com