Por Daniela Leiva Seisdedos · oct 14, 2014 · 2 Comentarios1. Qué profesor o profesores marcaron su vida escolar desde lo positivo? Lo puede ejemplificar .¿Lo ayudaron a encontrar su vocación?
M.M. Siempre recuerdo a mis profesores de historia. Indirectamente, ayudaron a alimentar la curiosidad que venía conmigo. Descubrí que la historia podía ser mutable, de modo que debía aprender varios puntos de vista, lo que redundaba en la formación de un espíritu crítico que finalmente uno termina aplicando en su profesión.
2. Imaginemos que usted es el consejero educacional de un país en que hechos y actividades educativas haría hincapié.
M.M En la igualdad de oportunidades por sobre todo. Conozco escuelas en las que los chicos caminan o van en burros o caballos por horas. Llegan cansados y con hambre. Y vuelven de la misma manera. Conozco esos lugares en que los maestros decidieron darles albergue por su cuenta durante diez días antes de devolverlos a su casa, contrariando las reglas, por ese mismo motivo: los chicos se dormían en clase.
La educación no llega a todos lados. Conozco maestras que debieron aprender wichi para dar clases bilingües porque sino, los caciques no dejaban ir a sus hijos a aprender el idioma de los blancos.
Pero igualdad de oportunidades en la que yo pienso es a la norteamericana, dura, calvinista, con esfuerzo, con un Estado presente donde se lo necesite: nada que ver con la llamada “inclusión” del tercer mundo populista que estoy acostumbrado a ver en nuestra Argentina.
3. Actualmente en la escuela secundaria hay dos materias que se llaman Política y Ciudadanía y Trabajo y Ciudadanía, que ventajas encontrarías usted al aprender estas materias.
M.M. Bueno, siempre dependerá de quien y como da esa materia. Argentina es bien bizarra en materia educativa: he visto maestros que hacen representaciones teatrales con los chicos con material deformado de la actualidad política, por ejemplo, con buenos y malos, donde hablaban de ley de medios y cosas así. O sea, antes que enseñar a San Martin y Belgrano “reforzaban” el material cotidiano de programas propagandísticos como 6, 7,8. Un espanto. Por otra parte, yo tuve Educación democrática en varias dictaduras militares, mientras estudiaba.
Lo de trabajo y ciudadanía es casi gracioso sino fuera patético: en Argentina no hay cultura del trabajo ni se exalta la cultura del trabajo, sino todo lo contrario. Por un lado está lleno de feriados. Y por otro, son todos planes, para abuelos, adultos, jóvenes y chicos. Y todos “regalos” del estado omnipresente y por demás generoso y dispendioso….a cambio de “lealtades” políticas.
4. En sus viajes que realiza para su programa “En el Camino” que pudo incorporar desde los educativo en sus clases que usted dicta.
M.M. Experiencia personal para trasmitir a mis alumnos. Y reforzar así la idea de que más allá de los libros ,es necesario vivir aprendiendo, cavilando, dudando, asistir a la gestación de fenómenos de comportamiento, comprender que hay culturas y subculturas códigos lingüísticos, determinismos geográficos. Frente a la comprobación de estas situaciones tan distintas, la educación puede ser también una gran aventura del conocimiento y no solo un viaje previsible y rígido con programas comunes e inalterables.
5. Según su experiencia como profesor ¿Qué problemas de articulación se evidencian en el encuentro pedagógico entre el colegio Secundario y la Universidad para que haya tan pocos alumnos recibidos de las universidades y evitar que los alumnos se hagan crónicos?
M.M. Desconozco las realidades familiares. De hecho, no tengo hijos y por lo tanto me falta la experiencia personal que seguramente en un alto grado compone esta respuesta. De todos modos,
Creo que está claro que no hay nivel educativo ni rigor ni disciplina. Pero se me hace difícil contestar y vuelvo a la imposibilidad de hacerlo a mi modo puesto que yo no viví la experiencia de ser padre de un hijo en la escuela y la universidad. No se me cruza en la cabeza que hay padres que golpean a los maestros. Antes esto no ocurría ni como excepción.
6. ¿Qué mecanismos de engranajes están faltando en la Ley de Educación Nacional para que el ingreso a la universidad sea menos traumáticos para los futuros ingresantes?
M.M.Bueno, educar mejor a los chicos. A mí me echaron dos veces en la escuela secundaria y tres años repetí el curso. Aun así, terminé el colegio y me vine a estudiar a Buenos Aires desde Río gallegos. Y estudié periodismo y después locución, y habría seguido estudiando hasta hoy si no hubiera tenido que ganarme la vida. Hoy veo que no saben cómo hacer para que un chico no pierda el año. Creo que esa respuesta es suficiente.
Educar. Eso es una actitud, una cultura…no se resuelve solo con normas. No quiero olvidar que en nuestro sufrido país las leyes son solo orientativas, no necesariamente –se diría—están hechas para ser cumplidas. Y para que las cumplan todos por igual.
Y quien menos caso hace de las leyes es el poder de turno, con lo cual, para redondear, la idea de la igualdad de oportunidades es un mito. Por lo menos en la Argentina de hoy.
Gracias Mario Markic por estos conceptos.
Perfilde Mario Markic
Periodista, conductor y escritor argentino. Entre sus publicaciones se encuentran Cuadernos del Camino y Patagonia de Puño y Letra,3 además es el conductor de En el Camino y La mejor publicidad del mundo, emitidos por la señal de cable Todo Noticias.
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