Donatella Iacobelli.
No está del todo clara la autoría de la famosa frase:
“es un hijo de puta pero es nuestro hijo de puta”. Algunos se la atribuyen a Franklin D. Roosevelt, otros a John Fitzgerald Kennedy e inclusive a Henry Kissinger, tampoco se sabe con seguridad para quien fue acuñada si para Chapita Trujillo, Somoza padre o el hijo, en fin, no deja de ser un misterio o quizás un mito, digamos que fue FDR refiriéndose a Somoza padre, pero lo que sí es cierto es que describe muy acertadamente una postura de defensa y de lealtad incondicional para con un aliado altamente estratégico.
A mi me divierte mucho esa anécdota y creo que es bastante pertinente en el caso de
Mario Silva.
Desde hace tiempo vengo escuchando comentarios sobre la pedantería, la altanería y el patoterismo de Mario y de la virulencia de su programa, La Hojilla. La verdad es que, hasta cierto punto, eso es cierto. Varios de sus detractores esgrimen argumentos que yo en algunos casos comparto. Pero al mismo tiempo, también es cierto que Mario ha venido cumpliendo como NADIE, óigase bien como NADIE, un papel comunicacional que ni persona ni programa radial o de tv ha podido igualar por su fuerza e impacto a lo largo de estos últimos 10 años marcados por el constante enfrentamiento con la derecha en todos los campos y sobre todo en el mediático.
Hay que tomar en cuenta que Mario ha puesto en riesgo su propia vida y la de su familia por la causa revolucionaria, y su compromiso y lealtad con el Proceso Revolucionario y con el Comandante Chávez no están en discusión.
A muchos les gustaría tener a un Mario distinto, un gentleman, pero eso sí, que haga el trabajo sucio, peligroso, que haga todas aquellas denuncias que a ninguno le gustaría hacer porque son peligrosas, porque diciendo lo que decía se jugaba constantemente el pellejo. Se le critica de andar armado, escoltado de guardaespaldas, con camionetas blindadas, pero bueno eso es obvio, porque Mario debe ser el hombre más odiado por la derecha de este país y, si ésta en un supuesto negado, volviera a gobernar, al primero que se rasparía sería precisamente a Mario Silva.
A los que no les gusta el estilo de Mario, yo les quiero decir que todos los seres humanos tenemos cualidades y defectos, tenemos un lado luminoso y uno oscuro y eso era válido inclusive para el mismísimo Comandante Eterno. En el caso de Mario, como en el caso del Comandante Chávez, las cualidades sobrepasan de largo los defectos.
Recuerdo al principio cuando salió la Hojilla. Contábamos las horas esperando el momento en que comenzara el programa, porque nos sentíamos tan desamparados, tan solos, tan acosados tan angustiados y el sólo hecho de que apareciera Mario con sus argumentos, con sus videos y a veces con sus bravuconadas, nos tranquilizaba.
TODOS, pero TODOS veíamos la Hojilla, intelectuales, gente de a pie, militares, civiles, etc., absolutamente TODOS los chavistas comenzando por el mismísimo Hugo Chávez, y eso a uno no se puede olvidar.
Tampoco uno puede olvidar cómo venía desmontando noche tras noche todas las matrices mediáticas de la derecha. Ponmgo un simple ejemplo y reciente: la tángana de la Asamblea Nacional. Él explicó con lujo de detalles mostrando el video retrocediéndolo y avanzándolo lo que realmente había pasado allí. Al día siguiente volvieron a pasar el video, esta vez en cadena nacional, pero sin ningún comentario, ninguna explicación, ningún soporte mediático y francamente fue como si no lo hubiesen pasado para nada, porque para alguien que no había visto la noche anterior la explicación de Mario eso fue incomprensible o sea que no sirvió absolutamente para nada la cadena.
Y ese no fue el único caso. Mario se cargó a cuestas un trabajo tremendo, inclusive con eso de la Tropa. A mi no me gusta ese asunto del Twitter, ni lo tengo y concuerdo con
Pascual Serrano y con su más reciente artículo de que eso de las redes sociales y del Twitter desde el punto de vista comunicacional en lugar de aclarar más bien oscurece, pues ha traído una gran confusión y mucha falta de seriedad. Pero, si este también se ha convertido en un campo de batalla con la derecha, entonces Mario estaba dando también esta pelea exitosamente, asertivamente y con la pasión que siempre lo ha caracterizado.
Yo le estoy infinitamente agradecida a Mario. Creo que él se va a recuperar de ese golpe y a lo mejor estos defectos que tenían que ver con su echonería por haberse encumbrado tan alto, siendo que no muchos mortales toman café con Chávez y Fidel como lo hacia él, a lo mejor después de lo que pasó, se verán corregidos y veremos a un Mario crecido en las dificultades. Independientemente de las interrogantes acerca del audio, Mario es un tipo leal a sus ideales, a la Revolución, a Chávez y es un carajo valiente.
Por eso parafraseando al supuesto autor de nuestra frase célebre yo digo
… Mario, sea como sea, tú eres nuestro y te vamos a defender.
¡Adelante Mario queremos verte pronto con la Hojilla en aporrea!