Revista Moda
Siento que cada vez que debo hablar de uno de los diseños de Raf Simons voy a ser cruel. Que no soy justa ni imparcial. Pero en el fondo se que no es verdad. Sus diseños no me acaban de llegar al corazón, y es algo que me apena porque me encantaría que Dior siguiera sorprendiéndome y causándome admiración. Admito que su idea minimalista la sigo de cerca y puede que en futuras colecciones me acabe de enamorar. Pero de momento eso no acaba de llegar. Y para muestra un botón, o en este caso el vestido que Marion Cotillard eligió para desfilar por Cannes. ¿Vosotros qué opináis?