Mark Nelson Chesnutt nació en el estado de Texas hace 52 años. Su padre, Bob Chesnutt, coleccionaba discos de música country y también era cantante. Su influencia se dejó notar en los inicios de su retoño, quien empezó cantando en los bares honky-tonk de su ciudad natal, Beaumont. A los 17 años viajó por primera vez a Nashville junto con su padre.
A finales de los ochenta ya había sacado ocho singles que recopiló en el disco Doing My Country Thing (1988). Su primer contrato de envergadura le llegó con MCA Records en 1990. Con ellos sacó Too Cold At Home, el primero de sus cuatro discos de platino. A partir de ahí empezó un trabajo frenético, con 14 discos en 25 años.
Chesnutt nunca ha perdido la esencia del country tradicional; y, en este sentido, el crítico musical Robert K. Oermann escribió: “Devolvió a la música honky-tonk su alma. Cuando lo oí por primera vez lo apodé el mesías hillbilly. Todavía lo siento así y lo sentiré durante muchas décadas”. Para Mark, los clubs y los honky-tonk son su “hogar”: “Siempre me siento cómodo y estoy con amigos”.
Su último single, When The Lights Go Out (Tracie’s Song), pertenece a su álbum Greatest Hits II (2015), que ha publicado en su propio “hogar”, la discográfica Nada Dinero Records.
Escuchemos It’s a Little Too Late. Compuesta por el propio Chesnutt en colaboración con Slugger Morrisette y Roger Springer, vio la luz en 1996 de la mano de Decca Records y llegó al número 1 en la lista Billboard. Con un ritmo alegre, el narrador habla de su reciente ruptura, sin ocultar su responsablidad: “Debería haber hecho caso de lo que me decía y no se habría ido. Ella tenía un poco de razón y yo estaba un poco equivocado. Ahora es tiempo de cambiar pero ya es un poco demasiado tarde”.