Qué son, cuáles deberías conocer y cómo afectan a tu estrategia de contenidos
Ya lo decía J. L. Austin: las palabras tienen suficiente poder como para incitar a la acción. No, Austin no pensaba en el call to action, más bien intentaba definir herramientas para ‘hacer cosas con las palabras’. Pero su particular filosofía del lenguaje no deja de estar relacionada con la actualidad marketera, especialmente si levantamos puentes entre su concepto de la performatividad del lenguaje y las buzzwords. Sí, esas palabras de moda, esos ganchos en forma de píldora lingüística; en definitiva, esas palabras que, en un contexto adecuado, cobran un sentido espectacular y un valor publicitario único.
¿Qué suponen las buzzwords en el sector publicitario?
Para psicólogos y filósofos del lenguaje está muy bien divagar sobre el valor de las palabras, pero ¿sirve de algo manejar un concepto tan complejo en el marketing de contenidos? Solo leercontent marketing buzzwordstira para atrás, aunque todo es cuestión de suavizar el tema. Solo hay que tener claro que, si hablamos de marketing de contenidos y buzzwords, nos referimos al uso de palabras que sirven de resorte en muchos casos. Basta con incluir en el discurso el términofake newspara disparar en la mente de la audiencia un determinado contexto y emociones relacionadas con la política, Trump, Estados Unidos, las redes sociales…Por desgracia, la mayoría de estas ‘palabras de moda’ no son tan directas o tienen una definición concreta. De hecho, muchas se definen según el medio que las usa, como le ocurre los términos ‘big data’ o ‘IoT’. Consideradas como buzzwords, son el ejemplo perfecto de palabras que simplemente sirven para que se hablen de ellas. Superada la confusión, lo que permanece es la idea y el producto que hay detrás. Si te venden control ilimitado sobre tu audiencia y un crecimiento exponencial de tu negocio, no importa lo que signifique ‘big data’, siempre y cuando el palabro sirva de gatillo y catalizador.En esta línea, podríamos pensar que al hablar de buzzword marketing estamos generando una buzzword más. Podría ser, ya que la mejor forma de poner de moda un término es usándolo en blogs, creando etiquetas en mensajes de redes sociales y repetirlo una y otra vez como si no hubiera un mañana. Si además le damos un toque anglosajón, mucho mejor. Los anglicismos siempre funcionan; como growth hacking, que se puso de moda aunque se recuperara tras algo más de un lustro y nadie supiera muy bien cómo traducirla al castellano (ni lo que significaba).
Buzzwords para marketeros del siglo XXI
Parece difícil sacarle partido a unos conceptos efímeros y poco claros, pero lo cierto es que hay palabras de moda que perduran en el tiempo y terminan siendo unmustpara cualquier marketero. Es cuestión de separar la paja del grano olvidándonos de la semántica. Por ejemplo, de nada te sirve tener una visión ‘holística’ si te quedas en la antesala delholistic marketing. Eso es pura filosofía, como la de Austin. En cambio, ese concepto del ‘todo’ te viene de perlas cuando profundizas en otrabuzzword imprescindible en la actualidad: ‘omnichannel marketing’. Al menos, si consideras que es una buena idea integrar diversas vías en el proceso de venta.En este caso, conocer el concepto es algo más que un buen tema de conversación en las reuniones con otros profesionales del gremio. Además de quedar bien, este término te permite ver claro por qué es beneficioso para tu negocio manejar la misma información en todos tus canales (principalmente porque el cliente puede comenzar una compra en un dispositivo móvil y terminarla por teléfono). Por el contrario, incluir en tu glosario el término ‘disruptive marketing’ no es necesario para romper con las fórmulas establecidas, desarrollando estrategias de bajo coste y buscando nuevas formas de llegar a tus clientes potenciales.Luego están los conceptos de moda que se duplican o se repiten como el ajo. Si la manida buzzword ‘viral marketing’ ya aburre, pues aparece un palabrejo nuevo: el ‘buzz marketing’. Cuidado, que la semántica juega malas pasadas. No es sinónimo de ‘buzzword marketing’, ni tiene nada que ver con el uso de fashionable keywords. Se trata simplemente de poner en práctica el ‘boca a boca’ de toda la vida, usando contenidos virales para alcanzar al mayor número de clientes potenciales posible. Nada nuevo bajo el sol… pero el simple hecho de exponer el concepto despierta tu interés, atrapa tu atención y dirige tus acciones.
Buzzwords en un mundo gobernado por millennials
Vale, los palabros de moda son efectivos para llamar la atención de tu público. El problema es que, si tu audiencia es de corte millennial, lo vas a tener complicado. Al menos,eso opina Adam Singer, que compara las ‘buzzwords generacionales’ con la astrología. ¿Usarías el signo del zodiaco de tu audiencia para segmentar tus campañas de publicidad? Vale, si te dedicas al mundo del esoterismo, sería comprensible; pero, en general, sería poco sensato usar una carta astral para dirigirte a un grupo tan amplio de personas (los millennialssuponen la cuarta parte de la poblaciónde todo el planeta, llegando a cifras cercanas al 30% en algunos países).Otro problema a la hora de usar buzzwords efectivas en un espacio digital poblado de millennials (sin contar con la creciente cohorte de jóvenes centennials) es que su franja etaria es abismal. Según las estadísticas, tienes ante ti una audiencia homogénea y de gustos afines; pero, seguramente, un graduado de 21 años que sueña con ser youtuber no busque lo mismo que una emprendedora que nació una década antes que él. Esto no quiere decir que, en el caso de que tu segmentación sea muy concreta no puedas recurrir a buzzwords propias del grupo al que te diriges.Si te interesa conectar con esos millennials de ‘última generación’ que no soportan un texto de más de 200 palabras, no es mala idea espolvorear en el contenido algunas de las millennials buzzwordsmás usadas. Variedad hay para elegir (FOMO, bae, TBH, JK, boujee…), y todas responden a la psicología, los hábitos y las necesidades de los hijos de la generación X: rapidez, inmediatez y parquedad. Al fin y al cabo, ahí está el truco: conocer a fondo a tu audiencia para darle lo que quiere y hablarle con un lenguaje que genere confianza. Sin duda, se trata de algo más que usar palabras de moda.