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Marketing de Destinos

Publicado el 15 agosto 2011 por Miguel Ángel García Martínez @miguelarius

Marketing de DestinosEl marketing de destinos se refiere al esfuerzo que realizan las localidades para potenciar su imagen, se diferencia del marketing turístico en que el esfuerzo lo realizan los restaurantes, bares, hoteles, empresas de servicios de la localidad para atraer a la demanda.

En el marketing de destinos son las ciudades o los países los que rivalizan con otras ciudades o países para atraer gente a sus destinos. Es por ello que cobra especial fuerza en las temporadas altas de vacaciones, cuando la gente busca descanso y relax en la playa, en la montaña o en el “pueblo”. Aunque también existen ciudades que se han especializado en otro tipo de turismo como son el cultural, el de negocios, el de aventura… Por ejemplo Zaragoza, Ciudad de Congresos.

Además de atraer gente el marketing de destinos puede servir para atraer inversiones, exportar más productos y servicios a través de la marca país o marca ciudad, o para que los ciudadanos se sientan más comprometidos, más identificados y más satisfechos con su ciudad.

La imagen de un destino es la percepción global que se tiene del mismo; es la suma de todos las pensamientos, creencias, impresiones, prejuicios y expectativas que los individuos tienen con respecto a ese destino. Cada destino nos evoca cosas diferentes sin haber estado en el lugar.

Según Kotler, una localidad puede ubicarse en una de las seis situaciones de imagen siguientes:

Imagen positiva: El destino es bueno y se adecua a lo que busca el turista o la persona.

Imagen débil: Carecen de atractivos o recursos para atraer a la demanda, o no los han promocionado.

Imagen negativa: La imagen proyectada al exterior no es buena y no atraerá a la demanda.

Imagen mixta: Mezcla de atributos positivos y negativos. Por lo general se enfatiza lo positivo y se evita lo negativo en las campañas de promoción.

Imagen contradictoria: Mathieson y Wall destacan que, “Cuanto mayor sea la diferencia entre imagen y realidad, es decir, entre las expectativas y la experiencia, mayor es la probabilidad de falta de satisfacción del turista. Por lo tanto,
la información disponible para el turista debe estar bien cimentada en la realidad”.

Imagen demasiado atractiva: Si se promociona más el destino, se puede saturar (a nivel de infraestructura hotelera, sanitaria, etcétera). Por ejemplo, a veces se difunden imágenes negativas para desalentar visitas en determinada epoca del año.


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