Las actividades sociales de la marca han de supeditarse a la labor efectuada por el Marketing de Experiencias que mide las relaciones, el contexto, la audiencia y las repercusiones entre los usuarios de la marca y la fluidez de la misma.
Este es un concepto experiencial, ya que, se ha de construir y deconstruir para asignar el valor de la marca permitiendo la evolución del proceso de Branding. Significa, la necesidad de contar con respuestas interactivas que tengan efecto en los usuarios, bueno o malo, pero que posibiliten gestionar la organización del movimiento, así como, la revisión de los resultados.
Esta actividad de retroalimentación efectuado por el Branding de empresas, no es otra cosa que manifestar en la identidad de la marca el grado de responsabilidad social necesaria para obtener valor reputacional.
La aplicación del Marketing de Experiencias en actividades o eventos otorga a los mismos, espacios creativos de apertura para el desarrollo de la comunicación.
Frecuenta historias comunes que se apropian de espacios habituales provocando correspondencias en el imaginario del usuario y de la empresa. Un Marketing de Experiencias que lanza propuestas de utilidad sobre conceptos y emociones potenciando la interacción compartida entre marca y usuario.
Marketing de Experiencias confiere el mayor peso al diálogo de la marca con el usuario conseguido a base del compartir experiencias, de este modo, aumenta la importancia de la experiencia en general, rentabilizando los resultados en provechosas disposiciones de trabajo en colaboración, entre los que forman la empresa y los usuarios que la consumen.