Creyentes en que el arte tiene más valor que el de ser un simple consumible que aglutina ideas más o menos, atractivas, en el Equipodiverta siempre buscamos la fórmula adecuada de transmisión de esas herramientas que terminan conformándose en palabras que pasan de boca en boca, sin que se les preste atención al significado y a la realidad de si contienen o no el valor que se les atribuye y por el cual se paga, solo con decir que lo tienen.
Para un equipo que diseña eventos con herramientas artísticas, asumiendo como veraces y conseguibles los objetivos del cliente, es la no creencia en la consecución de esos objetivos que manifiesta el propio cliente el mayor de los obstáculos con que se enfrenta a la hora de presentar proyectos y es quizá desde ese mismo núcleo donde parte el diseño la estructura de este blog y el enjambre que le rodea.
Marketing de experiencias puede ser un concepto nuevo para vender lo de siempre en un nuevo envoltorio o puede convertirse en una de las herramientas más poderosas que un departamento de Branding tiene a su disposición por su capacidad y habilidad de satisfacer la transmisión de grandes contenidos que pueden convertirse en mensaje apropiados en un espacio vital que puede ser, siempre considerado, espacio escénico donde los cinco sentidos del interlocutor: Gusto, vista, olfato, oído y tacto pueden ponerse a disposición de crear la comunicación y expresión más perfecta de un mensaje, que se pueda imaginar. Si Marketing lee hasta aquí y diseña eventos más o menos aparentes, con más o menos éxito y estima su valor en función de la separación que provoca la Cuarta Pared de un escenario que solo puede escuchar si se compra o no la función, sin embargo, Branding debe leer, un poco más allá.
Si los cinco sentidos, van a conformar la emisión de una respuesta, no se puede olvidar reglas que el Arte asume como ciertas porque tiene pruebas de que el público, lo es solo hasta que logra convertirlo en fans.
El sexto sentido, es la habilidad de diseñar, elegir y ejecutar acción que el interlocutor tiene después de leer lo que dicen sus cinco sentidos, lo hace en función del recuerdo de anteriores experiencias y constituye el espacio de libertad, donde el deseo de influir directamente, no obtiene nunca él éxito que busca.
Estas seis percepciones son mutables y producen cambios de forma constante porque la relación que mantienen es siempre con las circunstancias externas. Dará exactamente igual de que belleza esté impresa en cualquier Valor Funcional, sino se tiene el dinero suficiente para comprarlo, la respuesta del interlocutor será no. Y no dará exactamente igual, usar el color verde para una corbata en oriente o en occidente. Es desde estas percepciones desde donde cualquier elemento que usa el Arte parece mágico a simple vista y es desde donde se estructura el mayor de los esfuerzos para elegir correctamente los signos y los significados que el arte trasladará.
Desde el anuncio de Sony Bravia Ball Bounce, se espera conseguir con técnicas y ciencias el éxito de ese spot, sin embargo, el éxito buscado con ansia en la revelación de movimientos en el cerebro, no terminan de detectar el núcleo que hace estallar la propuesta del mensaje inicial, porque se busca en el sitio que no está.
Detrás de todos los acontecimientos mutables existe el sentido completo del yo que todo interlocutor vive como una ilusión que le separa del resto de la comunidad y la única salida a esa realidad inmóvil y anquilosada en el interés propio es el diálogo franco y directo que lleva a desear compartir experiencias y convierte a ser humano en un animal social allí donde lo sitúes. Yo quiero ser escuchado, Yo quiero ser tenido en cuenta, yo quiero ser parte importante y, por muchos esfuerzos que se hagan, solo asumiendo que esta necesidad es casi tan primordial como dar cabida para satisfacer el hambre, las artes escénicas saltan del típico teatro a la italiana para ocupar todos los espacios no convencionales.
Esa capacidad de establecer diálogos interactivos constantes sin perder un solo ápice de la percepción del yo propio, es la habilidad y la capacidad más perfecta que el departamento de Branding debe tener en cuenta a la hora de establecer relaciones de enriquecimiento mutuo con el Arte y su capacidad para diseñar espacios de encuentro donde compartir experiencias con todas las partes interesadas.
Sony y todos, sabemos que es la composición de los colores, la invitación al juego y que la rana despierta la percepción de que vamos a jugar juntos, sin embargo, su payaso a la misma altura del siguiente spot publicitario, no logra lo que logró un simple anfibio. Primero, porque ya me lo contaste y me aburre. Segundo porque si hubieran elegido otro salto y otra rana, tampoco habrían conseguido lo que consiguió esta. Y tercero, porque da igual lo que me digas hoy y me enamore, si no cumples, mañana te digo adiós, por muy verde o rosa que te muestres.