Marketing de experiencias y el sector de eventos. Apertura de diferentes caminos
El sector de eventos adolece de estructuras sólidas que intensifiquen, aportando valor, el trabajo que venden. De forma causal las agencias organizadoras de eventos llegan a percibir los despropósitos a los que las someten contactos en empresas que aún enamorados de la voz que emite discursos de forma unilateral de la Imagen Corporativa exigen resultados de calidad cuando, en realidad, no se dispone de los conocimientos y la profesionalidad para solicitar eventos de alto valor estratégico. La percepción que maneja todo el sector de eventos es la de que no es realmente valorado, ni usado el alto potencial que tiene la acción efímera vivencial que se propone desde las oficinas que diseñan estas propuestas.
La falta de profesionalización del contacto en la empresa y las carencias de las que se nutre el sector de eventos, en las que la máxima se ha convertido, en solo satisfacer al cliente nada más que en gustos y apetencias que se abastecen de un marcado carácter de jugar al juego de las apariencias, obligan a tomar un tiempo de reflexión, justo en el espacio, donde el objetivo debe ser transformado en el de capturar la esencia de una tarea que debe aportar valor al cliente, por encima de unas expectativas aún pobres, en relación al verdadero potencial de utilidad que tiene el evento en si.
No es el contacto de la secretaria o becario, ni siquiera el de director de Marketing y RRHH el que nos traerá la necesidad de reformulación de todos los procesos de creación en el diseño de nuestros proyectos. Es la obligación de gestión del Valor Funcional, El Valor Emocional y el Valor de Responsabilidad Social Corporativa que les haga obtener la Reputación que precisan los modelos de negocio para poder permanecer en el mercado, la que dará impulso a un sector que debe buscar la utilidad real de todos sus recursos.
Sin embargo, y casi sin darnos cuenta, son estos departamentos de Branding que inician el camino, en estos momentos, los que darán satisfacción de todas las carencias que hasta ahora hemos detectado en la contratación pero, estos departamentos necesitan que todo el sector también asuma el esfuerzo por reciclarse hasta dar con las soluciones que se precisan.
Marketing de experiencias en el sector de eventos
No hay ni una sola construcción que pueda llamarse Marketing de experiencias en toda la historia del evento en España. Confundido el concepto se diseñan experiencias para compartir que aún no admiten la posibilidad de entrar a construir relaciones profundas entre empresas, clientes y empleados, más allá de la consecución de los simples objetivos del concepto corporativo. Los modelos de negocio usan el concepto en campañas publicitarias constantes, los discursos corporativos empiezan a asumir, en el texto, las palabras que construyen valor de Reputación pero la realidad deja mucho que desear porque la experiencia nunca llega a ser compartida de forma real.
Solo el sector de eventos y el sector de la SocialMedia tienen, por cualidades innatas a la tarea que desarrollan, la capacidad de estructurar este tipo de comunicación que precisan los modelos de negocio.
Crear una experiencia para compartir no es realizar Marketing de experiencias, se precisan formulaciones claras, se requiere la construcción de estructuras sólidas que aporten resultados concretos y específicos para hacer este tipo de diseños y para ello, es necesario crear espacios de colaboración mutua que nos ayuden a construir diseños cada vez más sofisticados y complejos.
Experiencias de Marcas extrajeras que, sin embargo, aterrizan en España, llegan mostrando el resultado de medidas establecidas, en este sentido, en diferentes entornos que marcan puntos de encuentro, pero es determinante conseguir control sobre el proceso de diseño para llegar a aportar soluciones concretas entre las marcadas diferencias de cada uno de los modelos de negocio que caen en nuestras manos.
Las necesidad de interactividad que exige la Imagen de Marcas, pide especialización y profesionalización adecuada para cubrir todos los parámetros y todos los espacios donde será necesario apoyar los cambios estructurales que requieren grandes dosis de precisión en sus fórmulas de aplicación. El manejo y trabajo experto de los contenidos y su desarrollo para lograr la interacción pretendida, es el punto de partida hacia un futuro que aún se dibuja incierto pero que aportará el brillo que esta profesión demanda porque es el canal de transmisión más adecuado para la realización y la consecución de los resultados que son necesarios conseguir para construir Cultura de Marcas.
El evento, debe seguir aportando valor a la Imagen Corporativa pero también, debe empezar a transitar caminos que le permitan desarrollarse como evento estratégico que aporte valor a las construcciones de Marcas. El diseño, la organización y producción de eventos debe enriquecerse con la asimilación y perfecta ejecución del diseño de Marketing de experiencias.