El marcado carácter de seducción y conquista que posee la Imagen Corporativa atiende y se desarrolla en espacios donde la expansión es el único objetivo a lograr y muestra su alto valor de utilidad, siempre en estas circunstancias.
La Imagen corporativa, gusta del control rápido y superficial de los elementos para conseguir efecto hipnótico porque ésta es la base que solidifica su presencia en entornos aún no conocidos. Consigue el control sobre la emisión de su propia imagen, a través, de la emisión unilateral de discursos, perdiendo la posibilidad de responder a la devolución del mensaje que emite pero se muestra como recurso de valor inigualable, cuando el objetivo es el de ser vista o percibida.
La Imagen corporativa entiende de forma errónea los conceptos que hablan de escucha interactiva, cuando el modelo de negocio, asume que quiere permanecer en el mercado. Cuando el concepto de escucha activa es asumido como una oportunidad perfecta de volver a enganchar el discurso ya emitido para volver a emitirlo con el deseo de conseguir de nuevo la conquista, esta acción ofrece, a cada paso, unos resultados de éxito, cada vez, más difíciles de lograr porque el devenir natural de los acontecimientos en la interacción, va dejando rastros de acciones contrapuestas a la espléndida construcción del hermoso discurso que se repite sin cesar. Sin embargo, este concepto, que se manifiesta por la necesidad urgente de permanecer, lo que realmente ha de buscar es la respuesta real que se está obteniendo del discurso y la acción que se ejecuta para sostener la emisión de un discurso nuevo con el objetivo de mejorar, dando soluciones reales y no impuestas a las necesidades del entorno.
Si la Imagen corporativa se esfuerza por descubrir las necesidades del entorno, lo hace en función de elementos unificadores donde cree obtener cotas de máxima influencia, la sorpresa llega cuando dichos elementos que intentan la agrupación para lograr influencia dejan de tener esa apariencia y comienzan a dividirse por cada una de las personas que se relacionan con el discurso y la voz que emite contradicha por la acción que, sin embargo, ejecuta.
Utilización del Evento por parte de la Imagen Corporativa
La utilización del espacio que deja al sector de eventos es de mínima movilidad, olvidando sacar el máximo provecho que este contexto le ofrece, mientras aún se esfuerza en aglutinar por grupos de interés a los asistentes y obliga a las agencias organizadoras a construir estructuras que solo pueden relacionarse de forma unidimensional, generando una plataforma de relación indirecta donde la utilización del entorno se convierte en una pantalla fría donde se proyecta de nuevo el mismo discurso, logrando que el evento que convierta en una tarjeta más, donde llega impreso el logo o un anuncio publicitario más, donde llega la voz seductora que muestra la influencia de su carácter hipnótico hasta unas pocas horas más de terminar el evento.
Busca la especialización y la profesionalidad en la construcción de una imagen estática con la que deberá relacionarse el cliente o empleado, que debe ser sostenido en la actitud del que se deja sorprender, aprovechando el interés que generan la cultura y la satisfacción de intereses que se traducen en regalos, más o menos, aparentes, o comidas que se muestran como reflejo de una copiosa influencia para llegar al convencimiento de que incluso durante el tiempo del evento y desde luego, después, el receptor del mensaje hará con él lo que le plazca en función de la reflexión interna, en la que nunca tendrá espacio de acción la voz corporativa.
Conseguido el Impacto momentáneo, las herramientas de uso, para amplificar dicho impacto y el tiempo en que el asistente se siente identificado y vinculado a la Imagen corporativa, son ocupados por las mismas estructuras que estudian el comportamiento en función de los estímulos al que se es expuesto el grupo, olvidando el verdadero carácter de utilidad que aporta el feedback siempre potenciará el juego de "apariencias" donde nunca logrará obtener el peso específico que necesita trasladar, en contenidos, la Imagen de Marca.
Aporte del Marketing de Experiencias a la Imagen Corporativa
Desprovisto el Marketing de Experiencias de su alto valor de utilidad, sin embargo, muestra que aún en las peores condiciones de diseño da valor estratégico a un evento.
- Ayuda a potenciar la capacidad de escucha del Modelo de negocio aportando espacios interactivos con el público asistente.
- Acostumbrado a elaborar sofisticados cuadernos de trabajo permiten a la Imagen corporativa, dar un contexto tridimensional a sus voz, sus estrategias y estructuras, abriendo la posibilidad de profundizar en vinculación e identificación.
- Experto en encontrar los canales de transmisión correcta de mensajes es capaz de poner en pie experiencias para compartir con las estructuras simples que buscan conquista y seducción.
- Y procura relevancia extrema al mensaje aportando sensación de cercanía y escucha.