Actualmente, las grandes compañías están utilizando el Marketing Emocional, aplicándolos en los spots publicitarios, generando de esta manera sensaciones que inciten a comprar una emoción más allá del producto. Entonces… ¿Qué es el Marketing Emocional? Podríamos definirlo, como aquella ciencia orientada a movilizar en las personas sus sentimientos, valores y emociones, teniendo como objeto la creación actitudes y acciones favorables hacia un determinado producto, idea o servicio.
Un estudio realizado por el Laboratorio de Audiencias de la Universidad de Murdock, en colaboración con la Universidad de Wollong ha demostrado la efectividad del branding emocional. En el estudio participaron más de 1.000 australianos a quienes se peguntó sobre, cuáles habían sido las marcas que habían comprado durante el año anterior, tanto productos de uso diario, como de otros productos de cierto valor añadido. Los resultados que obtuvieron de dicho estudio, reflejaron que los consumidores que sienten algún tipo de vinculación emocional con la marca compran más, por ejemplo, los hombres son fieles a su marca de cerveza consumen un 38% más, al igual que las mujeres consumen un 60% más, cuando se sienten identificadas con una marca de detergente.
A continuación se muestran algunos ejemplos exitosos de cómo campañas publicitarias han transmitido distintas sensaciones para lograr sus objetivos.
La lotería de Navidad del 2014, es un claro ejemplo de cómo transmitiendo en el anuncio sentimientos de empatía y solidaridad, han conseguido llegar a un público, que actualmente sobrevive una crisis económica. En el 2014, la Lotería de Navidad aumentó un 4,64% tras seis años de caídas
El caso Nespresso, apostando por incluir spots con elegancia y humor, interpretados por una figura pública importante, supo captar el interés de un segmento clave de la sociedad, a través de la sensación de seguridad y para impulsar las ventas de este producto, se ha calculado un aumento de más de 30%.
Por otro lado, vemos como otras compañías prefieren acercarse a sus clientes, despertando emociones como felicidad, bienestar, alegría, pasión, deseo, a través de situaciones dramáticas, humorísticas, sensuales, motivacionales, entre otras.
Artículo realizado por: Haishell Cabrera y Daniel León, alumnos del MBA de la Universidad Europea de Canarias
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