La palabra crisis en japonés está compuesta por crisis y oportunidad, esta forma de entender la situación económica que estamos atravesando se traduce en buscar beneficios ante las situaciones de dificultad.
Hacer un buen trabajo en una situación adversa, representa transformar una crisis en una gran oportunidad y un desafío. Ante todo no hay que lamentarse… hay que cambiar y actuar.
Lo más importante para superar una época de crisis es mantener una organización creativa y flexible. No hay que sucumbir a la tentación de suprimir las inversiones en marketing. Para ello hay que realizar un marketing creativo, que nos permita conocer a nuestro cliente y conocer nuestras fortalezas como empresa.
Tenemos que realizar una buena segmentación de nuestros clientes. La efectividad de recuperar a clientes dormidos o reactivar contactos interesados, será más fácil y más barato que conseguir nuevos clientes durante una etapa de crisis. Para ello campañas específicas para cada grupo de clientes será más rentable que una gran campaña de publicidad generalista.
Estas campañas segmentadas cuentan con la flexibilidad y con los recursos que nos ofrecen las nuevas tecnologías. Una buena web hoy en día no puede ser estática, debe estar continuamente actualizada con contenidos de calidad. Esta información debe servir a la empresa como un primer paso para convencer al cliente para elegir nuestro producto con una lista sobre los productos más valorados o los más comprados y sobre todo con la opinión de los clientes que es el mejor referente de nuestra empresa.
A través de los gestores de contenidos es fácil mantener actualizada y viva nuestra web. Un buen posicionamiento de la web a través de buscadores es fundamental para atraer tráfico hacia la misma y no hacia la de la competencia. La utilización de redes sociales como Facebook, Twitter son una potente arma de posicionamiento en la red o las nuevas redes Google + y Pinterest.
No hay que olvidar el servicio al cliente. No se acaba la relación con él cuando se marcha, hay que establecer una relación de feed-back con ellos. Su recomendación a su círculo de amigos es muy importante, pero la recomendación a todas aquellas personas que buscan información sobre nuestra empresa es aún más valiosa.
El cliente no quiere solo productos y servicios, sino que pretende tener una experiencia integral positiva. El vínculo entre la experiencia del cliente y su regreso a comprar en el futuro es emocional. La creación de experiencias será fundamental para atraer a clientes que están retraídos por la crisis. En estas épocas no hay que olvidar que la crisis no afecta tanto al poder de consumo sino a la tendencia del gasto.
El marketing en tiempos de crisis debe reforzar el objetivo de obtener y retener ventajas competitivas a través de la creación de valor agregado. Esto no significa que nos olvidemos de los medios tradicionales.
El material impreso, el merchandaising, la publicidad en prensa, radio o televisión deben ser valorados en función de los objetivos propuestos, y cuidarlos ya que son la forma más cercana de acercarse al cliente.
Hay que estar dispuestos a cambiar y ser flexibles, mirando la empresa con un ojo puesto en la cuenta de resultados y el otro en el corazón. Corazón y pasión para aprender, para adaptarnos, para crecer y para ganarle la partida a la crisis y ser en el futuro más fuertes.