maro
Tengo la costumbre de recorrer cada mañana, a vuelo de pájaro, los avisos fúnebres de “La Nación”. A veces me encuentro con conocidos, famosos, familiares; la mayoría, completos anónimos para mí. Y uno puede armar la vida del fallecido a través del árbol de mensajes de padres, cónyuges, hermanos, tíos, abuelos, amigos. Algunos tienen la estructura formal estrictamente económica de la participación de compromiso. Son los característicos de los hombres de negocios que suelen ser despedidos por sus subalternos y asociados.
En unos pocos, los mensajes rompen el acartonamiento propio del protocolo fúnebre y se adivina la pena por un tipo macanudo que nos dejó con una sonrisa aún a la hora del adiós.
Recuerdo aún los avisos para un tal Gordo que era recordado por su sonrisa perpetúa y su ánimo de joda por varias mesas de amigos: los del restaurante tal, los de la cena del viernes, los del comedor del Club de Armas y así sucesivamente. No había muchas menciones del oficio del Gordo. Pero sí que había sido un tipo con los suficientes amigos y la gracia necesaria para invitarlo a cuanta fiesta fuera posible.
Pude distinguir en ese rosario de avisos que el Gordo era un tipo querido sin importarme mucho qué es lo que hacía para ganarse la vida.
Hoy me topé con uno de esos avisos que obligan a detenerse atentamente en su lectura, un aviso atípico al ritual fúnebre, muy sentido y conmovedor:
TERZIAN, María, q.e.p.d., falleció el 21-12-2014. - Querida Maro, tenemos solo palabras de agradecimiento por haberte tenido. Fuiste especial y nos dejaste tu marca. Tu bondad, tu fuerza, tu tesón y tu inteligencia fueron vitales para tu lucha de 6 años. Ganaste la batalla, venciste al enemigo pero para lograrlo dejaste todo y también tu cuerpo que hoy nos deja. Pero nos dejás muchas enseñanzas que papá y mamá te agradecen por siempre y nos van a acompañar el resto de nuestras vidas. Te queremos mucho. Tu blog mariaeneljuegodesuvida es un ejemplo de tu lucha y madurez y servirá de testimonio para muchas personas. Sus restos serán inhumados en el cementerio Parque Memorial, hoy, a las 10.30. - LAZARO COSTA, Tel. 4812-8040.Uno intuye una lucha desigual y cruenta, una de esas injusticias cósmicas que el Universo nos tiene acostumbrados. Imaginamos a los padres, especulamos con hermanos o amigos, dibujamos los sueños abruptamente talados.
Los padres citan a un blog (mariaeneljuegodesuvida.blogspot.com) y cometimos la osadía de abrir esa ventana y espiar, tal vez sin ningún derecho, la odisea de María, Maro, contra la enfermedad.
El primer mensaje (el último post), son las palabras del papá de María que nos cuenta que María nos dejó el 21 de diciembre a los 24 años. María luchó contra un Línfoma de Hodgkin desde febrero de 2009 cuando fue diagnosticada a los 18 años. Desde entonces, María luchó contra la enfermedad, con varios tratamientos, algunos inútiles y otros efectivos, tal como el desarrollado en la Universidad de Minnesota donde tras un trasplante de médula con doble cordón umbilical pudo estabilizar la enfermedad y disponer de un par de razonables buenos años.
El último año fue muy malo para María quien soportó un carrusel de enfermedades que sugerían que algo andaba mal con su cuerpo. Su hígado derrapó en una cirrosis seguramente por la toxicidad de las drogas que debió soportar en los últimos años. No la derribó el linfoma sino el colapso de su hígado.
Paradójicamente, hace un par de meses, los últimos análisis revelaron que María le había ganado al linfoma: su cuerpo estaba libre del mal, de acuerdo al PET negativo. Había ganado en forma pírrica su batalla.
En su blog están los rasgos de María Terzián. Sí su enfermedad, omnipresente, pero está enorme la adolescente que le tocó asomarse a la vida para meterse en la trinchera de una batalla despiadada. Su amor por Borges, sus reflexiones políticas, el anhelo de un amor, su fe positiva, su almita de guerrera.
“Mariel Hemingway dijo: Creo que todos venimos del dolor y de cierta cantidad de disfunción.Eso escribe Maro en sus primeras semanas del blog, sus primeros días del combate.
Leo esto y pienso... el dolor nos hace ser más nosotros que nunca. La imperfección de este mundo y por lo tanto la del hombre mismo ayuda a crear identidad. Qué es un hombre sin defectos? Qué sería de este mundo sin dolor? El dolor nos enseña, nos da fuerza, nos prepara. Frente a nosotros vemos muerte y conocemos el valor. Experimentamos catástrofes y conocemos la valentía y el heroísmo. Vemos pobreza y desigualdad y sentimos dolor. Pero sentimos dolor para aprender. Todo aquello que el hombre hace para mejorar surge de un dolor. El hombre que no haya experimentado tal cosa, no es hombre”.
En el momento de la despedida, el papá de María se da un tiempo para pedir perdón a su otra hija, Agustina, por (tal vez) haberla descuidado en esa titánica batalla familiar. En la lucha, todos dejaron algunos de sus sueños, jirones de lo que creyeron que sería su vida, hasta que ésta tomó el rumbo de la resistencia. Pero por esas ironías con las que el Universo juega, el papá de María nos cuenta que Agustina está embarazada y que un bebito viene en camino para hacerlos abuelos.
Después de darle empujones a la muerte, día tras día, la vida se abre un espacio para soñar con un mañana posible.
Uno puede entender que durante la lucha, curtida por el dolor y el miedo, una sabiduría primordial iluminó los últimos días de María, el acceso a otro estado de conciencia, la comprensión del fin último de todo humano.
Y entonces nos llevamos la sorpresa del primer post que escribió en su blog, ese epitafio virtual donde sobrevivirá en una nube que nunca se disipará. Esas palabras confirman que María estaba en la luz desde el principio de la lucha, mucho antes de partir en su vuelo, en vísperas de la Navidad.
Que sus primera palabras sean las sus últimas con la que despedimos su historia.
¿El juego de la vida?
Hola a todos y bienvenidos a mi blog. Primero que nada quiero agradecerle a Charly un amigo ya que gracias a él me propuse escribir sobre todo lo que me pasa y sobre lo que pienso y compartirlo con los demás. Si se preguntan el por qué del nombre del blog se los voy a contar. La vida, al menos la vida terrenal, es un juego. Esta es simplemente mi humilde percepción. Creo que Dios nos propone a todos jugar un juego por tiempo (algunos tienen más, otros menos) pero no es el tiempo el que importa en el juego sino lo que hacemos para llegar al final. Ese juego es la vida y todo lo que hagamos con ella serán estrategias, caminos, decisiones que habrá que tomar y riesgos, como en todo juego. Dentro del mismo hay muchos obstáculos, que no son iguales para todos (enfermedades, perdidas, stress, separaciones, pobreza, hambre, discriminación, etc) pero todos y cada uno de nosotros debe utilizar sus herramientas para poder superarlos. Al final del juego Dios espera y solo él y nosotros podremos juzgar que tan bien nos fue. Por eso escribo y empiezo este blog, para contarles sobre mi juego, sobre mi vida. Hoy peleo contra un gran obstáculo pero no me rindo ya que quiero seguir jugando. Espero me acompañen.