Enigmas encerrados en las medinas.
Marruecos, poesía abierta a los sentidos.
Marruecos, o la fotografía de los contrastes.
El retrato de los niños que no saben que son niños.
Marruecos, o las miradas inalterables; unas veces conmovedoras, otras orgullosas.
El desierto, con sus estrellas que se pueden acariciar con las manos.
El desierto, o el silencio, la antesala de la soledad.
El desierto, o las respuestas a todas tus preguntas...
Marruecos a través de la fotografía. Palacion, kasbas, aldeas... Gentes sentadas esperando nada. Los callejones, las pequeñas tiendas. Medinas, al atardecer, siempre bulliciosas, alegres, Conversaciones cruzadas.
Las medinas, o los niños que juegan y corretean detrás de los turistas. Las medinas o los hombres sentados en las aceras, vendiendo gafas de sol, relojes...o quizá jugando sosegadamente a las damas, esperando caer el Sol. Rostros que pasan fugazmente tras las ventanas, Comerciantes, en las puertas de sus tiendas: "Amigo, amigo, pasa. Solo ver, no comprar, ¿Eres español?, ¿si?. Entonces eres mi hermano.
Ninca te aburrirás, ningún día es igual otro, Solo tienes que dejarte llevar, disfrutar del momento.
Marruecos, donde la luz arde desde primeras horas de la mañana. La luz quema al mediodía.
Marruecos o los zocos asentados en en las plazas de las viejas aldeas, donde encontrarás desde viejas radios, hasta chuletas de carne, rodeadas de moscas.
Marruecos, parada obligatoria de grandes artistas como Henry Matisse, Paúl Morad, Wiliam Burroughs, Syd Barret, Keith Richard, Jimmi Hendrix o Paúl Bowles, entre otros.
¿Hacía donde se dirigirá Marruecos?