A muy pocos kilómetros del conflicto de Libia, en Malta, Marruecos y el Frente Polisario se han citado desde este martes para entablar una conversación en la que ninguno de los dos bandos variará un ápice su posición, por lo que la denominada sexta ronda de negociaciones, si cumplen lo que las partes han declarado en los días previos, tampoco servirá para avanzar en el conflicto saharaui.
Como en cada ocasión, se desplazarán al terreno representantes de la RASD, el representante especial de la ONU para el Sahara Occidental, Christopher Ross y representantes mauritanos y argelinos.
A priori, Naciones Unidas tiene esperanzas en esta cita en territorio europeo, porque las partes tenían el encargo después de la última cita de hacer avanzar de forma concreta sus propuestas a una salida más consensuada. Ambas partes, en lo que se podría denominar como una previa, sin embargo no han desviado ni un milímetro sus discursos y su proceder. Mientras el Frente Polisario sigue reclamando un referéndum que permita que el pueblo saharaui decida su futuro, e incluso negociando el censo, desde Marruecos la oposición a este extremo es frontal. De hecho, en el Sáhara Occidental, con permiso de la Comunidad Internacional, se permite que se detenga y torture a saharauis que defienden lo que argumenta su delegación en estas citas.
En el Sáhara Occidental se vive en un estado policial, y cientos de saharauis siguen desaparecidos desde el desmantelamiento de Gdeim Izik por parte de Marruecos, hecho que no obtuvo, al “carecer de información”, la condena expresa de Naciones Unidas y de la Unión Europea. Marruecos ejerce el Gobierno y la represión policial en el territorio por el que se está negociando de forma diplomática estos días en Malta.
Fuente: GuinGuinBali