Tras habernos hecho interesarnos por el videojuego Of orcs and men, el estudio Spider nos trae una nueva obra, en esta ocasión para PC, que lleva el título: Mars Warlogs y se trata ni más ni menos que de un videojuego RPG con una estética un tanto diferente a lo que estamos acostumbrados en el género, puesto que nos presentamos en Marte, el planeta rojo.
Desde un primer momento personalmente me llamó mucho la atención esta entrega, sobretodo por su estética y cuando descubrí que Badland Games iba a traerlo a las tiendas españolas, pensé que era el momento de darle una oportunidad. La historia nos habla de la humanidad que ha conseguido trasladarse al planeta rojo y como suele ser habitual, todo lo que el humano toca se corrompe y aquí se trata precisamente eso. El planeta está dividido como en una especie de bandos y nuestro personaje principal está intentando olvidar el pasado y tirar para adelante, por unos acontecimientos que no voy a desvelar.
El argumento no está del todo nutrido, la idea es buena pero le falta carisma a ese personaje que tanto vemos por pantalla y cierta profundidad. Además, muchos momentos serán previsibles, como basados en un guión con poco fundamento. Es una lástima que este punto tan fundamental en un título del género al que pertenece sea una carga para el videojuego, sobretodo cuando la ambientación y el estilo que se podían haber dado hubieran conseguido hacer muy popular este videojuego.
Nada más comenzar la historia nos pondremos en movimiento con un personaje del que poco y nada conocemos. A diferencia de otros títulos de rol, en Mars Warlogs no podremos personalizar al personaje. Su aspecto está completamente predefinido y nos moveremos como si de un juego de acción en tercera persona se tratase. Y es que acción no le falta. Se han cogido diferentes aspectos de otros videojuegos y los une en uno solo, con una innovación prácticamente nula. Tanto es así que el tutorial del comienzo del juego está bastante camuflado, no comenzarán a darnos explicaciones de movimiento, misiones, funcionalidades, etc. hasta que entremos en contacto con otros personajes y comencemos nuestra primera misión. El control es bastante intuitivo y simple, sin complicaciones y reaccionando de manera adecuada a las acciones del entorno.
Como buen juego RPG no faltará la exploración, eso si, exploración dentro de la linealidad, ya que no estamos ante un mundo abierto. Tendremos los típicos menús de objetos y habilidades para poder realizar modificaciones en el personaje a golpe de ratón y por otro lado, encontraremos unos menús circulares (parece que al equipo de desarrollo le gustan mucho) que agilizarán en mucho los combates. Éstos sin embargo se ven afectados seriamente por una cámara molesta y por unos movimientos del personaje poco precisos y toscos, sobretodo cuando vamos a esquivar el ataque enemigo (cosa que por cierto tendremos que realizar en multitud de ocasiones si queremos salir airosos de los enfrentamientos multitudinarios).
Quedando ese defecto latente, el sistema de batalla que se ha elegido para el juego es cuanto menos vistoso y muy variado en cuanto a posibilidades. Poco a poco iremos conociendo los ataques que podemos realizar, los cuales van desde el cuerpo a cuerpo, hasta la distancia pasando por la “tecnomancia“, poderes que se pueden adquirir con efectos muy similares a los ataques mágicos que tanto hemos visto. Este apartado sea quizá el más “complicado” del juego (por llamarlo de alguna manera) y dominarlo por completo nos puede llevar un tiempo. El estilo es similar al de un hack and slash, olvidando los ataques por turnos o la estrategia de un RPG. Nos dedicaremos a utilizar un botón de ataque y otro de defensa.
Tendremos un compañero en el viaje, el inocente muchacho que conoceremos al principio del juego y podremos darle órdenes durante los combates para que se dedique a hacer lo que sea. El problema es que éste personaje secundario no ayudará demasiado (ni tampoco molestará al menos), por lo que podía no acompañarnos y avanzaríamos igual. Los enemigos tienen una IA muy justita, pero nos atacarán en masa en muchas ocasiones y la diferencia de número jugará en nuestra contra, a parte de que suelen ser tipos duros.
Como decíamos anteriormente, la exploración no nos va a faltar, tendremos que dedicar tiempo a investigar las zonas y recoger todos los objetos que podamos, bien sea en enemigos caídos o lugares del mapeado. Todo el esfuerzo y tiempo empleado se verá recompensado en las tiendas que encontremos en nuestro camino, ya que podremos hacer uso de aquello que hayamos encontrado para mejorar a nuestro personaje. Mientras tanto, podremos dedicarnos a realizar misiones secundarias asignadas por los NPC del juego, las cuales serán cuantiosas pero poco novedosas. Al completar misiones conseguiremos puntos de experiencia que permitirán mejoras en el personaje, las cuales ya hemos visto en otros videojuegos del género.
Se echa en falta la posibilidad de rejugar, la ampliación con algún modo online o multijugador. La duración del título nos llevará unas 14-15 horas aproximadamente la historia principal y algo más si nos ponemos a investigar todas las zonas y realizar misiones secundarias.
En cuanto al apartado técnico, el videojuego cumple bastante bien, tanto en gráficos con una estética muy bonita (en ocasiones repetitiva por tener demasiado paraje desértico y monocromático alrededor), texturas bien definidas y unos buenos efectos de luz, como en cinemáticas, aunque estas segundas en algunos casos suelen ser demasiado robóticas. El modelado de los personajes también es muy correcto, no les falta detalle alguno, aunque sus movimientos no sean tan fluidos o realistas como querríamos.
Igualmente es el trabajo de los dobladores el que ha conseguido principalmente dotar de vida a los personajes, con un doblaje muy bueno que caracteriza de forma correcta a todos y cada uno de los personajes que veremos en la aventura, eso sí, en perfecto inglés. Para poder seguir el hilo de las conversaciones contaremos con subtítulos en castellano. Por otro lado, la banda sonora hace méritos para ser épica, pero se queda a medias tintas y no termina de introducir por completo al jugador en la acción. Cumple con su cometido lo justo y necesario sin destacar especialmente.
Conclusión Mars Warlogs
Aunque Mars Warlogs no sea un título perfecto y recoja sus principales características de otros videojuegos rozando en la lejanía la innovación, no quiere decir que no sea un juego entretenido ni mucho menos. Su gran lacra es la poca profundidad en la historia, que no engancha ni termina de convencer, cosa fundamental en un juego como éste en el que se necesita un aliciente para continuar. Por otro lado su punto fuerte es el sistema de combate, sencillo y completo. Mars Warlogs divierte y entretiene, pero podría haber sido un videojuego para recordar si se hubieran mejorado ciertos puntos, ya que la materia prima estaba ahí latente. Como punto y final hay que decir que el precio no está nada mal para un juego de este calibre y podéis encontrarlo tanto en formato físico como en digital.
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