El pasado 26 de Noviembre fuimos a ver a Marta Sanchez en concierto, al teatro Compac de Gran vía. Lo primero comentaros que llegamos pocos minutos antes de las nueve y había un par de fans desesperados preguntando si nos sobraba alguna entrada (reventa con Marta Sanchez?! Pues sí jeje). En el Hall había tres acomodadoras y no sé si nos tocó la más estupida pero cuando le dijimos que teníamos que ir al baño nos dijo que, o nos dabamos prisa o no nos colocaba en nuestros respectivos sitios. ¿Como? Yo he pagado (un buen precio, todo sea dicho) por una butaca y tengo derecho a ella aunque llegue tarde, ni que fuera esto el congreso de los diputados. Venga hombre!. Fuimos volando al baño y al salir nos salió con lo mismo, que ya era tarde y que no nos podía poner en nuestros sitios. No sé para que tanto follón si estaba todo vendido y no había otro sitio posible… Así que su forma de jorobarnos fue llevarnos por el otro pasillo (nosotros estábamos en el extremo opuesto) para tener que pasar por encima de toda la fila con las consiguientes quejas de los pobres asistentes pisoteados, porque las butacas se reclinaban bastante y no había forma humana de pasar por allí. Lo cual produjo un ambiente un poco enrarecido, la verdad. En fín que espero que a esa tipeja gorda y fea le salga un furúnculo enorme que le dificulte sentarse tanto como a nosotros esa noche. Porque, por cierto, otra pareja llegó después por el pasillo correcto (tuvieron más suerte con la acomodadora) y ahí quedó la cosa…
Y pasando a un tema más agradable, cuando logramos asentar nuestras reales posaderas, Marta ya estaba cantando una versión soft de su famoso “Soy yo” lo que me certificó que me iba a quedar sin ver a mi adorada Mai Meneses a.k.a. Nena Daconte ya que en esta tanda de conciertos no iba a llevar a ninguno de los cantantes con los que había colaborado en su último disco de duetos. Vega era otra que esperaba ver pero bueno… La sorpresa, según dijo cuando llegó el momento era Carlos Baute para cantar con él su también famosa “Colgando en tus manos” pero según palabras textuales de Marta: “Baute es un sinvergüenza que no se ha dignado a venir hoy pero bueno, voy a cantar su canción igual así que…” Muy simpática ella. Porque desde luego desde el primer momento sabe meterse al público en el bolsillo. Estuvo muy natural, saludando varias veces e incluso se emocionó con los aplausos y se puso a llorar como una magdalena (“lo hará siempre?” me pregunté XD).
Nunca habíamos ido a un concierto en un teatro de estas características y he de decir que fue una grata sorpresa para los dos. El sonido era realmente espectacular y nos quedamos flipados con la voz de Marta Sanchez. No desafinó ni una sola vez en casi dos horas de concierto, aparte de tener una potencia brutal. Yo que no soy fan de ella ni me gusta demasiado su música me convenció para volver a verla si la ocasión lo requiere (si mi novio me lo pide otra vez, vamos).
Aquí, dos fotos con otros dos cambios de vestuario, el segundo para cantar “Soldados del amor”. Con el atuendo “futurista” del primero no recuerdo qué canciones cantó pero sí que recuerdo que el ritmo comenzó a subir después de una tanda de baladas y medios tiempos con los que había comenzado el concierto.
Los efectos de luces estaban muy chulos y generalmente la escenografía daba el pego pese a no cambiar practicamente nada. Sólo los micrófonos (tiene varios muy chulos, uno que es como un punching, otro que baja del techo…) y poco más pero no se hace pesado y se nota que se lo han currado para ofrecer algo digno.
Dos cambios más, uno rollo Freddy Krueger y el último que hizo esa noche, con el que terminó el concierto. Siempre con dos o más bailarinas a su lado (ningún chico) y con cuatro coristas que intentaban amenizar los tiempos muertos en los que Marta se cambiaba de ropa y demás. A mí personalmente estos momentos se me hacían bastante pesados pero bueno, mejor eso que estar esperando con las luces apagadas y sin nada que ver…
Resumiendo, que el concierto estuvo genial, que casi dos horas de concierto hacen que merezca la pena haber pagado el precio de la entrada. Al menos Marta no es como Mónica Naranjo que es tan diva que a la hora y cuarto ya se estaba largando del Palacio de los Deportes (y gracias a Dios porque es el peor concierto en el que he estado en mi vida). Como he dicho antes técnicamente Marta es sensacional y desde luego a quien le guste mucho su carrera disfrutará como un enano, como le pasó a mi novio. (Sólo por su cara de felicidad hubiera pagado el triple por ir a ver a Martísima
).