Marta Xargay durante el partido. Foto: FIBA Europe.
Elena había perdido la cuenta de cuántas veces que había ido a Würzburg para animar al Perfumerías Avenida, pero sí que sería capaz de describir, con todo lujo de detalles, quién y por qué era su jugadora favorita. Un momento. Su ídola se le acerca.—¿Me ha mirado? No, seguro que me lo ha parecido –pensó Elena, de ocho años.
Marta Xargay (Girona, 1990) iba directa hacia su seguidora. —Ostras que viene... ¡Sí, sí! ¡Se está acercando y me mira! ¡Me miraaaaa! —¡Hola Elena! ¿Qué tal? –la saludó Marta Xargay. —Nunca olvidaré ese día. Le dije a Marta que la iba a presentar a Elena, la hija de unos amigos, y le pedí que la saludara por el nombre. Pobrecita, se quedó blanca. ¡Su ídola la conocía! Ahora tiene 13 años y, por supuesto, sigue siendo xarguista –me cuenta Anselmo Fraile 'Tito', miembro de la de la Peña Halcones Charros, del Perfumerías Avenida. Puede que sea el seguidor más fiel de Xargay después de su familia.
En la primera parte, como Anna Cruz y Queralt Casas, Marta Xargay secó a la estrella rival, una Kia Nurse, errática entonces (1/9 en tiros de campo). El único momento de inspiración de Nurse y una Shay Colley perfecta (10 puntos sin fallo en el primer cuarto) habían lanzado a Canadá (11-6 a los 7m 4s) ante una España que sólo había anotado dos triples. Lucas Mondelo encontró en el banquillo la solución. Conmueve comprobar cómo Laura Gil, Queralt Casas o Cristina Ouviña son capaces de ofrecer un rendimiento inmediato (18-23 a los 13m 28s). 27-29, al descanso, con una Astou Ndour que hace tiempo que ha conseguido ser una jugadora regular. Marta Xargay no baja los brazos jamás. Tampoco lo hizo en una segunda parte, en un tercer cuarto de difícil digestión, con un eterno intercambio de canastas y que concluyó Colley (50-47). Astou Ndour inició el parcial del último cuarto (3-21), con siete puntos de Queralt Casas. Cinco aportó Marta Xargay. "No se rinde nunca y lucha por lo que quiere y por llegar donde pretende. No se da por vencida", la retrata su hermana, Txell Xargay: "Siempre ha tenido muy claro qué quería y ha persistido hasta lograrlo. Es algo que nos han inculcado nuestros padres. Marta es una poco tozuda. Cuando se le mete una idea en la cabeza, no para... Este año le ha dado por los rompecabezas y quizás ha hecho diez". Una actitud que le hace romper rápido el hielo con la afición, que identifica a una deportista que juega el primer segundo como si fuese el último de un partido igualado. Una jugadora de raza con un talento innato, capaz de la acción más elegante, pero también de dejarse la piel en el juego más invisible para las estadísticas, el defensivo. Si le dan a elegir, Xargay, como reconocía en un test que le hizo la FEB, prefiere defender. Contra Senegal no tuvo puntería, pero no se empequeñeció ante sus porcentajes de tiro (12,5%) y sacó de sus casillas a Astou Traoré, a quien conoce muy bien de su etapa en el Uni Girona. Juntas ascendieron a Liga Femenina con un grupo entrenado por Anna Caula en el que estaban, entre otras, Anna Carbó, Cristina López, Berta Siñol o Ana María Moreno.Esta última no puede olvidar el primer día de entrenamiento con Marta Xargay. El debut fue con una sesión física por los adelaños de Fontajau. "Marta y yo nos pusimos juntas e hicimos un ejercicio de fuerza. ¡Sufrí de lo lindo! '¿Y tú eres júnior todavía? Ya no se respeta ni a las veteranas', le comenté, entre risas. [Sonríe]. No tardé en darme cuenta de que lo tenía todo: ilusión, ganas de aprender, calidad y físico", relata Ana María Moreno, que destaca que aquel Uni Girona estaba "plagado" de grandes jugadoras: "Eso sí, Marta era imprescindible por su versatilidad, calidad y descaro. Fue una pieza vital tanto en Liga regular como en la fase de ascenso".
El Perfumerías Avenida vio en Xargay una pieza de futuro para aspirar a romper la hegemonía del Ros Casares. La promesa tenía sólo 18 años, venía de Liga Femenina 2 y era una esponja, siempre con los ojos y las orejas bien abiertos. Siempre dispuesta a mejorar. Para los Xargay Casademont fue una decisión difícil aceptar la propuesta charra. "Somos una familia muy unida y nos costó, pero sabíamos que estaba haciendo lo que le gustaba. Sobre todo disfrutas del camino", reconoce Txell Xargay. Ana María, por su parte, no tenía dudas de que Marta estuviese preparada para la aventura: "¡Ninguna! Aunque necesitas mucha personalidad para aceptar el reto de jugar en el Perfumerías Avenida y Marta demostró tenerla. Entiendo que fue una decisión dura que le ayudó a avanzar a pasos agigantados". En Salamanca la jugadora catalana compartió vestuario con Sheila Alaña: "Ha pasado mucho tiempo... Marta siempre fue una persona muy extrovertida y no le costó nada adaptarse, todo lo contrario. Era muy buena compañera y siempre estaba dispuesta a aprender. Quería mejorar cada día... Fue uno de mis apoyos en un equipo que era una familia. Siempre estábamos haciendo bromas y disfrutando de cada momento del grupo". Isa Sánchez era una de las compañeras que estaban muy pendientes para arropar y exigir a las jóvenes. Marta hizo muy buenas migas con Sánchez, ahora en el cuerpo técnico de la selección. Otra jugadora que nunca cedía por más difíciles que fuesen las cosas. Se despidió de la Liga Femenina en un Fontajau repleto, con una derrota sin discusión ante el equipo en el que creció, el Uni Girona. Del Perfumerías Avenida se fue con una Euroliga, dos Ligas, tres Copas de la Reina, una Supercopa de Europa y cinco de España. Aterrizó en el USK Praha, que acababa de ganar la Euroliga contra pronóstico y con una líder muy conocida, Laia Palau. Compartir parte de su experiencia en Praga con la capitana de la selección ha sido un máster para Marta Xargay. Así lo ve Txell Xargay: "La ha hecho crecer, sobre todo, en visión de juego y madurar como persona y jugadora. Creo que también en ser todavía más competitiva". La próxima temporada la versátil jugadora coincidirá en el Dynamo Kursk con Anna Cruz y Lucas Mondelo. Una tripleta de lujo. Anselmo Fraile 'Tito', miembro de la de la Peña Halcones Charros, del Perfumerías Avenida, no sólo quiere hablar de Xargay. También de Marta, una persona que detrás de esa "primera imagen de persona seria, en realidad tímida" hay una chica "encantadora, cercana y muy divertida. Mucho de su éxito radica en la maravillosa familia que tiene". El Eurobasket de Polonia de 2011 fue la primera experiencia con la selección de Marta Xargay, que no pudo evitar el último gran revolcón de un grupo que cayó en la segunda fase y no pudo ni aspirar a jugar los Juegos Olímpicos de Londres. Desde entonces el grupo no se ha bajado del podio y la catalana ha sido una de las grandes responsables (dos oros europeos, una plata mundial y otra olímpica, y un bronce europeo). "No puedo evitar emocionarme cuando veo lo que hace en una pista. ¡Ha evolucionado mucho y no tiene límites! Te ayuda en cualquier posición, tiene tiro, postea, defiende dentro y fuera... Es un comodín para cualquier equipo. Creo que acabará siendo la mejor exterior de Europa", pronostica Ana María Moreno. "Lo que más me impresionó la primera vez que vi jugar a Marta fue su futuro. Era joven y buena, pero tuve una fe ciega en que iba a ser una grandísima jugadora. Es un orgullo ver que no me he equivocado en absoluto", concluye Anselmo Fraile 'Tito'.