FRENTE OCCIDENTAL: Siguiendo las instrucciones de Weygand, la BEF Británica ataca en dirección a Arrás. La 50ª División de Infantería del general Franklyn, apoyada por la 1ª brigada de tanques, que cuenta con 58 Matilda Mk I, 16 Matilda Mk II, y 60 carros franceses, se lanza contra Arrás, defendida por la 7ª División Panzer de Rommel. Rommel forma una línea defensiva con sus cañones anticarros de 37 mm., que resultan insuficientes para perforar el blindaje de los carros ingleses. Temiendo que su línea fuera rota, Rommel toma una decisión simple a la par que genial: ordena que sus cañones antiaéreos Flak-88 sean utilizados contra los tanques enemigos. El resultado es abrumador: los 88 mm. se revelan como un arma mortífera, capaz de penetrar 150 mm. de blindaje a una distancia de 2 kilómetros. Había nacido, en medio del fragor de la batalla, una de las armas más efectivas de todos los tiempos, y sin duda, la mayor pesadilla de los tanques aliados. Tras perder 36 de sus carros a manos de los 88 mm. y otros 7 por el fuego de los panzers, los británicos se retiran derrotados. El contraataque aliado ha fracasado. Para colmo de males, el 10º Ejército Francés, que debería haber atacado desde el sur, retrasa su ataque un día tras el inesperado accidente del general Billotte.
ALEMANIA: Hitler y el general von Rundstedt, comandante del Heeresgruppe A, se entrevistan y coinciden en que el contraataque aliado de Arrás prueba que el avance del Panzergruppe de Kleist y el 4º Ejército alemán ha sido tan rápido que ha dejado atrás a la infantería y la artillería que deben proteger sus flancos y su retaguardia. El OKW ordena a las Panzerdivisionen que detengan su avance, pero los generales von Brauchitsch y Halder, del estado mayor del OKH, ignoran la orden. En otro orden de cosas, el Gran Almirante Raeder Raeder, trata por primera vez con el Führer de la urgente necesidad estratégica alemana de una inmediata ocupación de Gran Bretaña, para eliminar cuanto antes la amenaza de la Royal Navy de los mares, la única manera de materializar el destino imperial del III Reich propagado por el propio Hitler. La campaña puede ser factible ahora que Francia ha sido derrotada y los germanos pueden ocupar sus puertos y aeródromos.
NORUEGA: Las fuerzas expedicionarias aliadas incrementan su presión sobre los alemanes cercados en Narvik. Hoy, tropas francesas, polacas y noruegas arrebatan la mayor parte del fiordo de Rombaks a los alemanes.
MAR DEL NORTE: Cerca de Dunkerque, un He-111 de la Luftwaffe hunde al destructor francés Adroit. Pero el buque francés no es la única pieza del día que se cobra la Luftwaffe. Los aviones nazis hunden los mercantes británicos Bawtry (835 tn.) Hubbastone (873 tn.) y Maid of Kent (2.693 tn.). Además, una mina hunde al pequeño Firth Fisher (574 tn.).