DINAMARCA: Aunque técnicamente la invasión de Dinamarca sea la última fase del plan alemán, lo coloco aquí, al principio, para facilitar la organización de los datos. A las 04:00 de la madrugada del 8 al 9, las divisiones 170ª y 198ª de la Wehrmacht inician la invasión de Noruega cruzando la frontera y capturando sin oposición los puestos fronterizos. Ha comenzado Weserübung Sud. La resistencia danesa en la frontera es prácticamente inexistente. Pelotones aislados del ejército danés abren fuego con ametralladoras y morteros contra los invasores, y se registran combates de escasa intensidad en varios puestos fronterizos. Pero la superioridad alemana es manifiesta y esos focos de resistencia son rápidamente eliminados sin ninguna dificultad. A las 06:15 nueve aviones de transporte Ju-52 lanzan a una compañía de paracaidistas que ocupan y aseguran el puente de Stortrom, que une la isla de Faster con el resto de Dinamarca. La Kriegsmarine realiza desembarca a diversos elementos de la 198ª División, capturando sin oposición las conexiones entre las diversas islas danesas. En apenas unas horas los alemanes, dirigidos por el general Leonhard Kaupisch, controlan todos los puntos estratégicos de Dinamarca.
En Copenhague, la capital, los combates comienzan a las 04:50. Un batallón de operaciones especiales, dirigido por el general Kurt Himer, había llegado dos días antes en el buque Hansestadt Dantzig, escondidos en su bodega. A llegar la hora convenida, los soldados de la Wehrmacht desembarcan y ocupan sin oposición el puerto, ya que los pocos guardacostas que lo defienden se rinden sin luchar. Media hora más tarde, un batallón de la 198ª División desembarca en la ciudad, y ambos batallones capturan la Ciudadela de Copenhague, la sede del ejército danés. Los 70 soldados que la protegían vuelven a rendirse sin luchar.
Más o menos a esa hora, a las 05:20, el encargado de negocios de la embajada alemana en Copenhague entrega una nota diplomática al gobierno danés (en esos mismos momentos el noruego está recibiendo una nota similar) en la que el II Reich expone que ha invadido Dinamarca para proteger sus intereses frente a una segura intervención aliada, y pide a los daneses que depongan las armas. Poco después, los alemanes de Himer llegan al Amalienborg, la residencia de los reyes de Dinamarca. Aquí sí encuentran los invasores la resistencia de una compañía de la Guardia Real, que frustran el intento germano por capturar al rey Cristian X. Con los alemanes momentáneamente rechazados, el rey de Dinamarca se entrevista con el Primer Ministro, el socialdemócrata Thorvald Stauning y el jefe del ejército, general William Prior. Las altas instancias del estado danés deciden que oponer resistencia a los alemanes es una locura y deciden aceptar las exigencias alemanas. En una completa casualidad, mientras el gobierno danés decide deponer las armas, miles de panfletos con el título de OPROP! son lanzados por la Luftwaffe sobre Copenhague. Parece que esto desmovilizó ya por completo cualquier posible reacción danesa y preparó al pueblo para lo que estaba por venir. A las 14:00 horas el Primer Ministro Stauning, en nombre del rey, realiza una alocución radial informado que los alemanes han invadido Dinamarca y que el gobierno ha decidido deponer las armas. A las 16:00 el gobierno alemán informa oficialmente que su ejército ocupará Dinamarca pero que no intervendrá en su política interior. La invasión de Dinamarca ha terminado en unas diez horas. Ha habido 20 muertos por parte alemana y 16 por parte danesa, todos militares.
Los panzers alemanes entran en Dinamarca
NORUEGA: La invasión de Noruega (Weserübung Nord) se inicia con la entrada del Kampfgruppe 1 en Narvik. Son las 04:30 y la sorpresa es total. Solo dos patrulleras noruegas (Norge y Eidsvold) salen a hacer frente a los invasores: ambas son destruidas. Los 2.000 cazadores de montaña del general Dietl desembarcan en la ciudad y la ocupan sin apenas resistencia. Pero no todo son éxitos para el Kampfgruppe 1. Cerca del fiordo de Gloma, una patrullera noruega consigue hundir al buque cisterna Kattegat. La pérdida es importante: sin suficiente combustible, los alemanes deberán de esperar ocho valiosas horas a que llegue un nuevo buque cisterna desde Murmansk.
A las 05:15 horas el Kampfgruppe 5 entra en el fiordo de Oslo: su objetivo es capturar la capital noruega y a su gobierno, descabezando cualquier posible resistencia organizada. Sin embargo, los noruegos abren fuego desde la fortaleza de Oscarsborg contra los buques nazis. Pese a que los defensores solo disponen de dos viejos cañones de 280 mm., instalados nada menos que en 1893, el primero de los obuses impacta en la estación de control de tiro delantero del crucero pesado Blucher, volviendo los cañones delanteros del buque prácticamente ciegos e incapaces de contestar; un segundo impacto provoca un incendio interno. El toque de gracia al Blucher lo dan dos viejos torpedos lanzados desde la fortaleza, que hunden al crucero de la Kriegsmarine. La pérdida del Blucher retrasa el desembarco de los alemanes en Oslo, lo que permite al rey Haakon VII, al gobierno noruego del Primer Ministro Nygaardsvold y al parlamento escapar de la capital.
El Blucher hundiéndose en el fiordo de Oslo
A las 07:32, el ultraderechista noruego Vidkun Quisling, espoleado por dos oficiales de la embajada alemana, trata de dar un golpe de estado en Oslo. Miembros de su partido Nasjonal Samling (Unificación Nacional) asaltan los estudios de la emisora de radio NRK y Quisling realiza un mensaje radiado en el que se proclama Primer Ministro de Noruega y pide a sus partidarios ofrecer colaboración a los alemanes. Sin embargo el golpe en sí es un fracaso: ninguna institución noruega reconoce a Quisling y solo el hecho de que el rey y el gobierno estuviesen abandonando Oslo en esos momentos lo salva de una casi segura detención y ejecución.
Y mientras, los alemanes prosiguen la invasión a lo largo de toda la costa noruega. Entre la 06:00 horas y las 11:00 tropas paracaidistas alemanas (los Fallschirmjaeger) son lanzadas y toman el aeropuerto de Oslo, el de Kristiansand y la estación aérea de Sola, cerca de Stavanger. Es la primera ofensiva paracaidista de la historia. Desde el mar, los seis Kampfgruppen que transportan a las divisiones 163ª, 69ª, 196ª, 181ª y 214ª de infantería y la 3ª de montaña, se lanzan contra sus objetivos. Bergen, Stavanger, Egersund, Kristiansand, Arendal, Horten y Trondheim van cayendo a lo largo del día. Los alemanes sufren, sin embargo, más pérdidas en el mar. En Stavanger, una patrullera noruega hunde a un carguero lleno de suministros y en Bergen las baterías costeras noruegas consiguen dañar seriamente al crucero Königsberg, del Kampfgruppe 3. Por su parte, la Luftwaffe da una total cobertura a la invasión, eliminando a la pequeña fuerza aérea noruega y lanzando bombardeos tácticos contra una docena de objetivos militares, así como bombardeos de saturación contra las localidades de Elverum y Nybergsund, que ocasionan numerosas muertes civiles. Así mismo, aviones hunden al destructor inglés HMS Gurkha, que ese encontraba minando las aguas de Bergen. Cuando las tropas terrestres van desembarcando, los Kampfgruppen, tal como estaba planeado, ponen rumbo de vuelta a los seguros puertos alemanes. Solo los buques de Narvik se verán obligados a retrasar su regreso a Alemania.
En cuanto a Oslo, después de que los paracaidistas alemanes hayan conseguido tomar el aeropuerto, llegan otras cinco compañías de infantería por vía aérea. Al mediodía, los buques alemanes vuelven a entrar en el fiordo; esta vez no hay resistencia. Desde el aeropuerto y el puerto, los soldados de la Wehrmacht ocupan finalmente la capital sin enfrentarse a oposición armada. A las 17:30 el general Von Falkenhorst envía un mensaje a Berlín: todos los objetivos de Weserübung han sido conseguidos.
MAR DEL NORTE: ¿Y que ocurre mientras con la Royal Navy? Pues en las primeras horas, el grueso de la Home Fleet sigue persiguiendo a los cruceros de batalla Scharnhorst y Gneisenau. A las 03:30 el acorazado Renown y el crucero Repulse consiguen hacer contacto con los buques alemanes al suroeste de Narvik. El enfrentamiento, que se prolonga hasta la 04:00, se salda con la huída de los cruceros alemanes, que ponen rumbo a Narvik, si bien el Gneisenau ha sufrido importantes daños.
Con las primeras luces del día, los ingleses se dan cuenta que toda la Kriegsmarine ha pasado delante se sus narices y que Alemania ahora está invadiendo Noruega. Por fin, la Royal Navy opta por responder. El Almirantazgo ordena que la 2ª Flotilla de Destructores, formada por los destructores Hotspur, Havock, Hunter, Hostile y Hardy (este último como buque insignia del comodoro Warburton Lee, al mando de la escuadra) se dirija hacia Narvik y ataque a los buques nazis que aun permanecen allí, retenidos por la falta de combustible. Al menos, los ingleses consiguen cobrarse este primer día de la campaña noruega alguna pieza importante: cerca de Kristiansand, el submarino HMS Truant hunde al crucero ligero Karlsruhe en torno a las 22:00 horas.
En conclusión, aunque los alemanes han sufrido pérdidas navales y el ejército noruego ha opuesto resistencia, Weserübung ha sido un éxito. Los objetivos planeados han sido tomados, con un número relativamente pequeño de bajas y en menos de 24 horas. Sin embargo, la campaña solo acaba de empezar. El gobierno noruego, pese a perder sus principales ciudades y prácticamente toda su capacidad bélica, está dispuesto a seguir luchando, y los aliados no van a dejar que Alemania se lleve sin más la estratégica pieza que Noruega representa en el tablero de ajedrez europeo. La Falsa Guerra ha terminado.