A las 6 de la tarde, en la Parroquia de Tomares, Nuestra Señora de Belén, se citaron con el privilegio de tener una ceremonia íntima y emotiva. Martín estuvo muy atento, y algo inquieto, pero sobre todo precioso.
Después fueron a celebrarlo a casa de los abuelos, donde disfrutaron de un anochecer de octubre con el tiempo perfecto y el ambiente lleno de detalles y sonrisas.
Y menos de un mes después, los papás de Martín ya tienen todas las fotos y un álbum donde guardar el recuerdo de ese día tan especial.
Gracias por confiar en Sonríe Buttercup! y por vuestra amabilidad, siempre es un placer trabajar con personas tan bonitas en eventos llenos de felicidad.