Hoy lo hemos pasado genial. Hace muchos años que conozco a Vanesa. Cuando yo acompañaba a mis hijos a karate al gimnasio de su padre, ella era una jovencita encantadora. Toda una campeona y una karateca.
Por este motivo cuando me dijo que podíamos preparar un pastel para la princesa de su casa, Martina, por su segundo cumpleaños, fue genial. El pastel era una monada y estaba muy bueno.
Preparamos un pastel de chocolate relleno de crema de limón y cubierto de fondant. La corona también era de fondant y el nombre pintado a mano con pintura comestible.
Per molts anys princesa!!!