Martini no me da bola. Y se equivoca. Martini se equivoca porque otros tipos o tipas (en los comments), también, se lo empiezan a decir y lo peor, porque lo conozco, es que terminará haciéndolo.
Hace unos años me fue contando, a raíz de conversaciones mantenidas, alguna anécdota allá con Onetti, acullá con Soriano, acá con Cortazar y, de nuevo, del otro lado, con Saer. Por ese tiempo, yo le puse en medio de un mail algo así como "sería bueno que escribas algunas de esas anécdotas con tus amigos y las recopiles en un libro". La respuesta al mail hablaba de todo el resto menos de ese tema. Insistí alguna otra vez y me topé con un nuevo silencio de radio. En fin, me dije, será una pelotudez lo que le digo. Hasta pensé que, tal vez, algo le había parecido desubicado.
Todo fue así hasta que empezó a publicar este año en el blog de Eterna Cadencia una columna titulada El Cronista Accidental. Ahí veo que palabra más palabra menos está recogida la anécdota que me había referido, alguna vez, sobre Cortázar y sus discusiones que dan cuenta de la condición humana de Don Julio (la referencia a la infaltable respuesta a todas las cartas que le enviaban y las postales a la mujer internada).
Me alegré de la coincidencia entre la observación que Martini le hace a Cortázar con mi lectura de Trópico de Cancer que hace poco colgué.
Dice Martini: "hablábamos de literatura, de política, y de cosas sueltas cuando se me ocurrió decirle que el París de Rayuela me hacía acordar al París de Trópico de Cáncer. “Sí, claro, me dijo Cortázar, Es seguro que Miller escribió sobre París antes que yo”. El link no le había gustado".
Decía en Leer a Miller: "Cuando Miller escribe “Trópico de Cáncer” hacía unos años (entre 1921 y 1926) que habían pasado por Paris Hemingway y sus amigos de la Generación Perdida (Gertrude Stein, Scott Fitzgerald, Ezra Pound) que él mismo retrataría en “Paris era una fiesta” recién en 1964, pero faltaban casi trés décadas para que tuviera lugar la bohemia que Cortázar nos describe en Rayuela casi simultáneamente con la crónica de Hemingway (1963). Es, sin dudas, interesante leer esta novela en clave de esa trilogía parisina."
Del blog Eterna Cadencia
También leo en El Cronista Accidental una crónica sobre Onetti y la edición de Dejemos hablar al viento que Martini lleva adelante desde Bruguera cuando vive en Barcelona y el Gran Viejo en Madrid. Me interesa no sólo la anécdota que narra y lo pinta de cuerpo entero a Onetti (según lo que uno pudo ir reconstruyendo) sino la opinión de Martini sobre la obra del uruguayo, sin duda uno de los novelistas más importantes de nuestra América Latina.
Del blog Eterna Cadencia
Sin dudas lo rico de estos textos son los perfiles que Martini nos deja sobre estos otros grandes escritores, con quienes compartió momentos importantes.
No sólo estos textos, Martini tiene en su página otros sobre Saer, sobre Borges, su magistral conferencia sobre Cortázar (Los Premios) y Saer (Responso) en la Biblioteca Nacional...
También uno puede encontrar en El Cronista Accidental otro tipo de textos, como el del encuentro Sartre- Guevara, Otros tiempos, en el que aprovecha a disparar contra el cinismo de las posiciones políticamente incorrectas que pareciera ser que hay que sostener para ser un intelectual superado siglo XXI.
"Hoy, 50 años después, no sólo está mal visto creer en la justicia y en la igualdad: ni hablar del respeto a los muertos y desaparecidos, ni de condenar a golpistas fusiladores. Posiciones de esta naturaleza son acusadas con frecuencia de bien pensantes de izquierda o progresistas, y condenadas por ingenuas.Ignoran, los liberales, los que viven todo el tiempo de condenar las ilusiones y los deseos de vivir en una sociedad equilibrada, que la justicia social es un bien irrenunciable salvo para quienes no respetan a las mayorías. Pero no se los ve más felices. Más bien todo lo contrario. Están siempre contrariados, ofendidos, aferrados a sus lugarcitos privilegiados y sobornables".
Por eso, Martini, haceme caso, y terminá de escribir lo que falta para publicar un libro que se llame "Elogio de los buenos", por aquello de "Llegaron los sarracenos y nos molieron a palos, porque muchos somos buenos, pero muchos más los malos".
Entretanto entren al blog de Eterna Cadencia y lean las imperdibles entradas de Juan. Vale la pena.Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".