Revista Insólito

Mary Bell, la asesina de 10 años (IV y última)

Publicado el 29 diciembre 2012 por Tdi @RLIBlog
Mary Bell, la asesina de 10 años (IV y última) Primera parte - Segunda - Cuarta
Mary Bell fue liberada el 14 de Mayo de 1980 y permaneció en Suffolk. Su primer trabajo fue en una guardería local, pero los agentes de la libertad vigilada temían que fuera un trabajo inapropiado para ella. Tomó trabajos como camarera y fue a la universidad, pero estaba demasiado desanimada para seguir con ella. Después de volver con su madre, conoció a un hombre y se quedó embarazada. Esto provocaba una gran preocupación, ya que no se sabía si habiéndo sido capaz de matar a dos niños sería capaz de ser madre, aunque luchó por el derecho de quedarse con su hija, que nació en 1984.
Mary afirmaba que era consciente de sus crímenes desde el nacimiento de su hija. Se le permitió quedarse con la niña, que técnicamente estuvo bajo custodia del tribunal hasta 1992. Ella insistió: "Si había algún mal en mi cuando era una niña, ya no estaba. Sentí que si pudieran ver mi interior con rayos X, podrían ver que cualquier cosa rota estaba arreglada".
De alguna manera, Mary Bell había hecho una transición, sin el tratamiento psiquiátrico apropiado, desde una niña asesina a una madre cariñosa. Sus años en el reformatorio y prisión le dieron abusos sexuales y adicción a las drogas. Sin embargo, afirma tener una nueva conciencia moral y un profundo dolor por sus crímenes.
Con el tiempo, conoció a un hombre y se enamoró, asentándose en un pequeño pueblo. Pero el agente de la libertad vigilada debía informar a las autoridades locales de su presencia, y pronto los habitantes del pueblo salíeron a la calle con señales de "¡Asesino fuera!". Vivió con un miedo constante a ser descubierta.
Al intentar explicar que le pasaba por la mente cuando era una niña, especialmente durante los arrebatos de violencia, Mary solo reconocía parcialmente su comportamiento, y tenía problemas confesando su tendencia a ahogar otros niños. En vez de eso, a veces describe su violencia con golpes y tirones.
En cuanto al asesinato de Martin Brown, la versión de Mary es cambiante, siendo desde un accidente a una compulsión inexplicable. Dijo que se peleó con su madre y que, por primera vez, le devolvió el golpe. Cuando apretó el cuello de Martin, narra con una vaga inexpresividad: "No estoy enfadada No es un sentimiento...es un vacío que viene...es un abismo...está más allá de la ira, más allá del dolor, era un sumidero de sentimientos,". "No intenté hacer daño a Martin: ¿Por qué debería? Era un niño pequeño que pertenecía a la familia de la esquina...". Aún así, Mary sigue implicando a Norma en la muerte de Brian Howe.
Haciendo a Mary Bell

Mary Bell, la asesina de 10 años (IV y última)

Betty Bell


Generalmente se culpa a su madre Betty de su psicopatología. Nació en Glasgow en 1940, siendo descrita como una niña profundamente religiosa. Según su familia, pensaban que sería monja, ya que le gustaban las cosas religiosas y siempre dibujaba monjas, altares, tumbas y cementerios. Tampoco sufría muchos castigos o abusos, pero por alguna razón, empezó a cambiar. Cuando murió su padre, entraba en berrinches, sufrió una sobredosis por drogas y en 1957 dio a luz a Mary Flora Bell. El padre de Mary se convertiría en un misterio.
La corta infancia de Mary fue una pesadilla de abandono y sobredosis por drogas. Betty ansiaba deshacerse de su hija, ya que se la dejaba a su familia, pero siempre volvía a pesar de las súplicas de esta para quedársela. En 1960, llevó a Mary a una agencia de adopción, dándosela a una mujer perturbada que no podía adoptar ya que se iba a Australia. Isa, la hermana de Betty, quien la había seguido, encontró a la mujer, que ya le había comprado un traje a Mary.
A los 2 años, Mary se negaba a relacionarse con los demás, comportándose ya de manera fría y distante. Nunca lloró cuando le dañaban, y empezó a arremeter violentamente, rompiendo la nariz de su tío con un juguete. Los rechazos y reuniones de su madre no ayudaron.
Además, Mary fue testigo de como un autobús mataba a su amigo de 5 años. En 1961, fue a la guardería. Según cuenta su profesora, una vez la vio con las manos alrededor del cuello de otro niño. Cuando le dijo que no hiciera eso, respondió "¿Por qué? ¿Podría matarlo?". Ella era solitaria, y los demás niños se reían de ella. Ella golpeaba y pellizcaba a los demás niños, contando embustes todo el tiempo.
Sobredosis "accidentales"
Mary sufría sobredosis por drogas, posiblemente administradas por su madre. Cuando tenía un año, casi sufrió una sobredosis tras tomar unas pastillas que estaban escondidas en un rincón estrecho dentro de un gramófono.  Cuando tenía tres años, los encontraron a ella y a su hermano comiendo "pequeñas pastillas azules" con los caramelos que su tía Cath le había traído. Betty dijo que debían de haberle cogido el frasco del bolso. Cath y su marido se ofrecieron a adoptar a Mary, pero Betty no lo permitió, cortando el contacto con su familia.
En la peor de las sobredosis, Mary se tragó un puñado de pastillas de "hierro" que pertenecían a su madre. Perdió la conciencia y tuvieron que extraérselas del estómago.
Como se dijo en las entradas anteriores, a Betty Bell le encantaba hacerse la mártir. Podría haber sufrido el síndrome de Munchausen por poder, atrayendo la atención en los trágicos "accidentes" de su hija. Este síndrome, descrito por primera vez en 1977, se caracteriza por cuidadores que lesionan voluntariamente, asfixian o envenenan a su hijo por la simpatía ajena. Cuando lo sufre una madre, normalmente tienen un hijo no deseado o no está casada. Esto podría explicar por qué, a pesar del daño que le causaba, siempre quería a Mary de vuelta. Mary estaba resentida por las quejas de su madre sobre sus propios sufrimientos, molestándole más esto que los abusos sexuales.
En una ocasión, Betty le contó a su hermana que Mary había sido arrollada por un camión, lo que atrajo gran atención y simpatía. Al día siguiente, admitió que no era cierto, ya que su hija estaba con unos amigos que la habían adoptado temporalmente.
Pero lo peor, en caso de ser cierto, es el uso de Mary en la prostitución. Nadie, incluyendo su hermano pequeño, conocía este abuso.
Retrato psicológico
En el juicio, el psiquiatra que la examinó testifico que exhibía los síntomas clásicos de la psicopatología (o sociopatología) por su falta de sentimientos hacia los otros. Los abusos de su madre y el daño físico por las repetitivas sobredosis contribuyeron a su sociopatología. No solo era incapaz de relacionarse con otros con afecto, sino que respondía de la misma manera en la que era tratada. Cuando una madre es la fuente del miedo, algunos le hacen frente desarrollando mecanismos protectores contra el mundo exterior, que, para el sociópata en desarrollo, es una amenaza constante. No todos los niños que crecen entre abusos se convierten en sociópatas. También influyen los factores genéticos y daño neurológico. Si un niño está sometido a esas condiciones, el pronóstico puede ser mortal.
No mostró signos de estar satisfecha tras matar a Brian. Era violenta con los animales, se orinaba en la cama hasta la edad adulta, y aunque no inició fuegos, destrozó bienes ajenos en su corta carrera como asesina. Aquellos familiarizados con la "triada" de síntomas que caracterizan a los asesinos en serie también reconocerán que probablemente no habría parado de matar si hubiera seguido libre. Mary se aprovechaba de las víctimas más débiles que ella, y tras los asesinatos, intervino en la investigación policial.
Los expertos médicos no creen que la sociopatía se pueda "curar". Generalmente son resistentes a la terapia. Algunos especulan que las tendencias agresivas disminuyen con la edad. Quizás Mary sea mejor. Nunca se sabe.
Manipuladora
Cuando era una niña, la describían como muy manipuladora e inteligente. Ya como adulta, exageraba su dolor, aunque se recuperaba demasiado rápido. Sin embargo, y según Gitta Sereny: "Sólo una cosa lo supera a todo, la disciplina que ha creado en su interior para dar a su hija una vida normal." Tanto Sereny como Mary demonizan rápidamente a Betty Bell como madre, y elevan a Mary al papel de madre redimida. Pero no es tan simple, ya que al igual que su madre, se muestra demasiado como una reina del drama.
Mary permitió a Betty ser parte de su vida, incluso viviendo con ella tras salir de prisión, a pesar de sus abusos continuados. Quería que su propia hija conociera as u abuela. Betty prostituyó a su hija de todas las maneras posibles. Primero la vendió a sus "johns", para después vender su triste historia a los tabloides. No podemos saber la magnitud del daño de Betty a su hija. En el libro Cried Unheard, Mary demostró que era poco fiable. Pudo mentir y exagerar los abusos maternos para ganar simpatía y justificar su comportamiento. Actualmente Betty está muerta y nadie ha corroborado la peor de sus alegaciones. Pero quizás el silencio fue el producto de una época más represiva, antes de que el abuso sexual infantil se discutiera abiertamente como hoy.
Anonimato
El 21 de mayo del 2001, BBC Online informó que se le había concedido a Mary Bell y a su hija el anonimato de por vida.
Fuente: Crime library

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