Mi última obsesión en cuanto a iluminadores se llama Mary-Lou Manizer de The Balm. Soy una obsesiva impulsiva del uso del iluminador, cambia cualquier maquillaje de sobresaliente a matrícula, aporta vida al rostro, proporciona relieve... ¡Son tantas las cosas que podría decir de ellos!
Se presenta en una polvera de color gris plateado con espejo interior. Viene decorada con un dibujo de una pin up rubia, de ojos azules y labios carnosos y rojos, una preciosidad, para no parar de mirarla.
En sí, se trata de un polvo beige-dorado satinado, no tizoso, que se difumina bien. No es nada purpurinoso y queda muy bonito en la piel, ya que deja un aspecto aterciopelado.
El resultado en la piel es bien bonito, ya que no es exagerado. Es muy modulable, y según la cantidad que apliquemos puede ser más discreto o todo lo contrario, más evidente. Da mucha luz al rostro.
No sé cómo pude resistirme a esta pequeña joya, ya que desde que tengo esta polvera no ha habido día que no la use. Su color beige dorado me encanta y no es para nada exagerado. De esta forma puedo usarla para diario más difuminado y más exagerado en looks de noche.
Si no lo tenéis, ¡lo necesitáis!
¿Dónde y cómo los aplico? Los aplico en lo alto del pómulo, en el tabique de la nariz, arco de cupido, debajo de la ceja y hueso de la barbilla, con una brocha de pelo natural y biselada para las zonas grandes y una más pequeñita para los detalles.
La polvera contiene 8.5 gramos y cuesta sobre los 15€. Podéis comprarlos en tiendas online como Maquillalia, Glamtown, Lady Belleza o recurrir a ebay Así que el precio no es un inconveniente, ya que trae muchísima cantidad por un precio irrisorio.
¿Habéis sucumbido a The Balm? ¿Cuál es vuestro fetiche?