No sé si muchos de ustedes se habían enterado pero, hace relativamente meses (o un mes) salió una película basada en la vida y creación de Mary Shelley. Para los que no la conocen, esta mujer es una maravillosa autora de un libro por muchos aclamado y por otros envidiado: El Prometeo moderno. Tristemente, sé que en este punto otros tantos despistados siguien sin saber quién rayos es Mary. Pues bien, se los reduciré a una simple palabra: Frankenstein. Así mismo, Mary fue la autora original del libro que a muchos nos ha dejado pensando y a otros tantos ha aterrado. Aquí les dejo el trailer para los que no han tenido la oportunidad de verla todavía.
No les contaré mucho más de la historia de esta mujer porque sería contarles la película entera y no tiene mucho sentido. Por eso, mejor, he pensado en hacerles una reseña al respecto. Espero que la disfruten tanto como yo haciéndola. Pero entremos en materia.Comenzaré con la fotografía porque, lo admito totalmente, me ha gustado mucho. De verdad que hicieron un buen trabajo respecto a eso. No es demasiado oscura, al menos no es una forma física, pero sí que lo es por los probables simbolismos que se pueden observar. La forma en que se puede presentar un cementerio, un murmullo entre dos personajes cuyo entorno representa su propia decadencia. Quizá me estoy yendo a los extremos y los encargados de la fotografía no hicieron más que crear imágenes medianamente buenas. Pero al final del día lo que se puede apreciar es realmente bueno y se agradece con creses. Visualmente hablando es algo que gusta y atrae de principio a fin. Respecto al cast es donde comienzo a tener algo de problemas. No con la protagonista, aunque estoy bien seguro que pudo haber sido mejor; sino por los papeles secundarios. Sobre todo el de su marido, me pareció que pudo haber sido mejor ocupado por otra persona. El chico llena la retina, pero no el papel. Se nota a primera vista que es el factor visual de la situación lo que pretende atraer a las nuevas generaciones aunque el actor no tenga demasiado talento. Al final del día lo entiendo pues Hollywood jamás dejará de ser una simple empresa más en busca de capital. No es el tema de momento. Así pues, creo que los papeles comienzan algo flojos pero van cobrando fuerza. De hecho, hay una chica de Game of Thrones (no sé su nombre, siempre los olvido) que interpreta a Arya y tengo la seguridad enorme de que pudo haber sido una mejor Mary Shelley que la chica Fanning. Pero bueno, al menos diré que no se arruinó del todo el papel.Sobre el mismo tema de la interpretación pero haciendo referencia a otros menesteres, he de decir que llegó un punto en que la trama se tornó meramente adolescente. Quizá tengo demasiado arraigado el patrón dado por Orgullo y prejuicio, pero no me entra en la cabeza que dos chicos que se pretenden en esa época vayan por la vida manoseándose enfrente de las hermanastras. Tal vez era, también, que los acotres al inicio no tenían demasiada química en pantalla. Lo más seguro es que haya sido todo una enorme alucinación mía. El punto es que esa parte particular de la película no fue de mi agrado. Siento que no estaba del todo justificado ese romance vulgar dentro de la cinta. Lo que no ocurre con las escasas escenas eróticas (o intento de) que vienen después en la cinta.
Por último, diré sin dar detalles que su final es muy bueno. Como es de esperarse al estar basada en hechos reales, cuenta lo que sucedió con esas personas. Además, tiene el agregado de frases que calan hondo y nos rememoran al mismo Prometeo moderno. A partir de la mitad de la película en adelante se nos entrega todo ese existencialismo mezclado con la responsabilidad de dar vida. Aquellos que, como yo, son padres, entenderán de lo que hablo. Tarda, pero termina de esa forma oscura, perturbadora, que nos deja un extraño sabor de boca, un regusto a moralidad y abandono mismos que podemos encontrar en el escrito de Shelley. Toma fuerza conforme avanza la trama y se nota la evolución de los personajes.Como datos extra tenemos la mención de dos autores que simplemente no pueden pasarse por alto, además de una obra emblemática (precursora de Drácula) llamada El vampiro. Creo que este dato, estas pequeñas sutilezas, para alguien que en serio disfruta de las historias de terror y fantásticas, son cualidades que atrapan al espectador. Es por eso que se la recomiendo a todos los que hayan leído El Prometeo moderno pues, de lo contrario, se perderán de muchos detalles esenciales para entender a Shelley, su comportamiento en algunos momentos y lo que la llevó a crear esta gran obra. Es una película para pasar el rato pero garantiza entretención, en pocas palabras. Saludos enormes,