Revista Cultura y Ocio

Más

Por Laesfera

MásYo más. Esa era la frase favorita de mi hermano. Cuando mamá nos servía la sopa, él sorbía las cucharadas al doble de velocidad para poder repetir:

-Yo más, mamá, yo quiero más.Si papá nos llevaba a ver el partido de fútbol del equipo del barrio, él se soltaba de su mano y se encaramaba a la barandilla, como un mono, para poder decir:-Yo más, papá, estoy más alto y más cerca.Con los años me fui acostumbrando, dejé de darle importancia, y eso le volvió más envidioso. Si yo volvía con las rodillas desolladas, él además había perdido la piel de sus codos; si y traía a dos amigos a jugar al Monopoly, él se traía a media docena. Mi subconsciente pudo guiarme a que escogiera el boxeo como deporte en mi adolescencia, quién sabe, Perdí dos dientes y me rompieron la nariz; y tuve que someterme a dos operaciones de cirugía estética para solucionar el problema. Mi hermano siguió mis pasos, pero tuvo más suerte, a él no le rompieron nada; sin embargo, también pasó por el quirófano. Ahora tiene más pecho que yo, unas caderas mucho más femeninas y unos glúteos más respingones. Ah! sí, y una naricilla más respingona, sí, mucho más bonita que la mía. Y vive mucho más tranquilo convertido en la mujer más masculina que jamás he visto.

Texto: Paloma Hidalgo Díez


Volver a la Portada de Logo Paperblog