“Yo creo que la gente en todos los aspectos prácticos de la vida debería recordar que para vivir una vida equilibrada necesitan también goces no prácticos” (Hans Selye[1]).
●●●●●●●●
“La apreciación del arte, la admiración de la naturaleza (tienen una) ventaja sobre los simples placeres de la carne: su crepúsculo dura más tiempo (…) La mayoría de los simples placeres de la carne tienden a enranciarse a medida que pasa el tiempo, pero estas satisfacciones más complejas de la mente llegan a ser cada vez más generosas a medida que son cultivadas” (Hans Selye[2]).
[1] Hans Selye: “La tensión en la vida (el stress)”, Buenos Aires, Compañía General Fabril Editora, 1960, p. 299.
[2] Hans Selye: “La tensión en la vida (el stress)”, Buenos Aires, Compañía General Fabril Editora, 1960, p. 300.