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Más allá de la duda (Peter Hyams, 2.009)

Publicado el 31 agosto 2010 por Rugoleor @rugoleor

Más allá de la duda (Peter Hyams, 2.009)

Título original: Beyond a Reasonable Doubt

Director: Peter Hyams

Guionista: Peter Hyams

Intérpretes: Michael Douglas

  Jesse Metcalfe

  Ambert Tamblyn

  Joel Moore

  Orlando Jones

  Lawrence P. Beron

  Sewell Whitney

Productores: Mark Damon

  Limor Diamant

  Ted Hartley

Fotografía: Peter Hyams

Música: David Shire

Montaje: Jeff Gullo

Nacionalidad: Estados Unidos

Año: 2.009

Duración: 105 minutos

Edad: 13 años

Género: Crimen, Drama, Misterio, Suspense

Distribuidora: Dea Planeta, S. L.

Estreno: 10-07-2.009

Página WEB: Web Oficial de la película en España

  Web Oficial de la distribuidora en España

  Tráiler de la película en YouTube

Calificación:

Crítica: 5,223 Espectadores: 236.924

Vizcaya: 5,358 Recaudación: 1.426.220,75 €

España:   Puntos (Popularidad):  

Rugoleor:   Índice de popularidad:  

Sinopsis:

“Más allá de la duda” narra la historia de C.J. Nichols (Jesse Metcalfe), un ambicioso y joven periodista que investiga a Mark Hunter (Michael Douglas), un fiscal de distrito corrupto y para ello se inculpa como sospechoso de asesinato. El fiscal da al traste con su plan cuando descubre la treta e incrimina al reportero. Este remake del clásico de Fritz Lang y de la RKO de 1.956 moderniza el género del cine negro, tan oscuro y siniestro, con giros que mantendrán el suspense hasta el final. C.J. es un joven periodista que lo arriesgará todo por demostrar la falta de solidez de las pruebas circunstanciales utilizadas por un fiscal de distrito corrupto con un increíble historial. C.J. se toma la justicia por su cuenta y se inculpa como sospechoso de asesinato. Su compañero (Joel David Moore) es el único que sabe la verdad y sólo él tiene la llave que demostrará su inocencia. La joven ayudante del fiscal, Ella (Amber Tamblyn), se ve dividida entre el plan de C.J. y la ambición del fiscal Martin Hunter. Al surgir un romance entre el periodista y la ayudante, las cosas se vuelven todavía más difíciles, sobre todo cuando el plan de C.J. sale a la luz y Ella se encuentra en medio de todo el embrollo. Ella, ajena al plan de C.J., desafía a su jefe y se esfuerza por descubrir pruebas que demuestren su inocencia. Como en toda película de cine negro, el destino del protagonista es incierto. ¿Irá un inocente a la cárcel para cumplir condena perpetua sólo para que un fiscal consiga su última victoria y acceda al puesto de alcalde?

El clásico de Fritz Lang de 1.956 regresa a las pantallas con un nuevo ropaje al servicio de Michael Douglas, aquí con traje de fiscal del distrito bajo sospecha de corrupción. Jesse Metcalfe (jardinero en “Mujeres desesperadas”) es el joven periodista que, para poner en entredicho al fiscal, fabrica un montón de pruebas falsas en torno al asesinato de una prostituta que le apuntan directamente. El plan es dejarse acusar, para luego destapar la caja de los truenos.

Crítica:

11.07.2009 – JOSU EGUREN

Veredicto: culpable

Quienes conozcan las obras del director alemán Fritz Lang sabrán que las escasas posibilidades de rehacer con fortuna alguno de sus clásicos pasan por una relectura de “Más allá de la duda razonable (1.956)”, título menor dentro de la filmografía de un realizador que migró a América huyendo de las esvásticas nazis. Y Peter Hyams acepta el reto de desempolvar este clásico del cine judicial actualizando una trama cuya verosimilitud ha ido menguando con el paso del tiempo. Pero Hyams no es un cirujano experto y complica su rutinaria operación cosmética tratando de recolocar los órganos vitales del clásico.

La metástasis que corroía las entrañas de la Justicia en el original es un simple tumor para Peter Hyams, que aquí ofrece una visión benévola y reduccionista de un sistema judicial perverso. La economía narrativa de Lang y su maestría en el encuadre no han dejado testamento y, en su lugar, Hyams apuesta por multiplicar los planos, avivando el ritmo de una narración que pierde de vista la psicología de la acción 'langiana' para centrase en la tortura mental de los personajes. En mi humilde opinión, cuando no se puede mejorar, lo mejor es ceñirse a la copia caligráfica del modelo, pero en Hollywood siguen empeñados en acelerarse para coger el rebufo de las series televisivas modernas. Y nunca llegan.

Qué decir del engañoso cartel promocional, o 'Michael Douglas devorando a Jesse Metcalfe', maniobra publicitaria sin coartadas que poco tarda en descubrir la endeblez de un reparto al que le vienen muy grandes los papeles de Joan Fontaine y Dana Andrews. Michael Douglas acepta el rol de estrella invitada dando vida a un fiscal corrupto que ha hecho carrera friendo inocentes, pero el suyo es un brote de genialidad controlada que no contagia a un casting muy justito de talento. Hyams ha subido en un carrusel al clásico, lo ha mareado y justo cuando debería haber girado la última tuerca del guión se ha quedado sin fuerzas.


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