Revista Deportes

Más allá de las columnas de Hércules

Publicado el 05 marzo 2014 por Carlos Romero @CarlosRomeroSFC

De nuevo toca subir a bordo de un vapor para surcar los mares de la Historia siguiendo al Sevilla Football Club. Acomódense y, cuando el JJ Sister haya zarpado, salgan a cubierta y enciéndanse un buen cigarrillo, la travesía será larga: Canarias nos espera.

image

Vapor J.J. Sister, de la compañía Transmediterránea

 

clip_image004

Gaceta de Tenerife, 20 de agosto de 1924

Estamos en agosto de 1924; la ilusión que ha suscitado la noticia de la venida del SFC al archipiélago canario ha provocado el rápido agotamiento de los abonos para los partidos que se disputarán contra el Club Deportivo Tenerife, un viejo conocido de la afición sevillana que una década antes había visitado ya el Campo del Mercantil.

Pero antes, serán los clubes de Las Palmas los que tendrán que frenar las embestidas de la Línea del Miedo y tratarán de superar a la pareja Herminio-Sedeño con el fin de batir a Avilés.

La primera prueba de fuego sería el Club Deportivo Gran Canaria, que cayó derrotado por 2 a 4 frente a un Sevilla donde destacaron Ocaña, Spencer y un recién incorporado Rodríguez, que tras abandonar la disciplina de la Unión Sporting de Madrid tan sólo días antes, llegó y besó el santo marcando un magnífico goal tras driblar desde medio campo a todo oponente que se ponía por delante. El público abandonó el Campo España impresionado por el juego hispalense, comentando con entusiasmo las ágiles y preciosas combinaciones de los delanteros del Sevilla. Incluso Correa, guardameta del equipo rival, afirmaba que “no existía peligro comparable al de la tripleta central del Sevilla”.

clip_image007

Campo de Deportes España

Los dos siguientes partidos en tierra canariona se saldaron con empate a 3 frente al Porteño -reforzado con jugadores del Marítimo de Funchal portugués- y al Real Club Victoria. De estos encuentros lo más destacable fue la baja de Ocaña por lesión ante el Club Real Victoria, pues el juego extremo de los porteños en el partido anterior se tradujo en una lesión a causa de una contusión en la rodilla. Como veremos a continuación, las bajas fueron un gran contratiempo para la expedición sevillista.

Posteriormente, ante el Santa Catalina, partido que finalizó con victoria 1 a 3, el herido en campo de batalla fue el novato Rodríguez, que a estas alturas de la gira había mandado el balón a las redes en tres ocasiones. El jugador madrileño acompañará en la enfermería durante algunos días al capitán Ocaña.

Comenzaba a agotarse la estancia en Las Palmas, pero antes de partir hacia Tenerife esperaba un teórico último desafío contra el Marino Football Club, el team más destacado y laureado de la isla. 10.000 personas abarrotaban el graderío del Campo España para presenciar tan esperado y deseado partido. Un ya recompuesto Rodríguez abrió el marcador, pero rápidamente Paco Curbelo para los palmeros puso la igualdad en el marcador. Cuando el desenlace parecía condenado al empate, un certero cabezazo de Spencer dio la victoria al campeón de Andalucía. Kinké, Rodríguez y Ángel Villagrán, manager del Sevilla, elogiaron el juego del Marino, reconociendo lo sufrida que había sido la victoria y el buen juego desplegado por éstos. Los jugadores del club isleño, no satisfechos con el resultado, retaron al club sevillano a un partido de revancha, que habría de jugarse antes de que los sevillistas partieran destino Tenerife.

clip_image009

Escudo actual de la Unión Deportiva Las Palmas, club nacido de la fusión de cinco equipos cuyos emblemas aún conserva en su heráldica. Tres de ellos fueron el Real Club Victoria, el Club Deportivo Gran Canaria y el Marino Football Club.

 

Por desgracia, en la revancha finalizada con tablas el Sevilla volvía a dejarse en la estacada a otro soldado: Sedeño. Las bajas por lesión se empezaban a ver como un molesto obstáculo que entorpecía el normal desarrollo de la gira. Ante tal panorama, y valorando la cercanía de los partidos contra el C.D. Tenerife, la prensa chicharrera hacía saltar todas las alarmas. Muchos periódicos de la época se apresuraban a adelantar la siguiente noticia:

clip_image011

El Progreso, 20 de agosto de 1924

 

clip_image013

Gaceta de Tenerife, 20 de agosto de 1924

La decepción se hacía palpable en los corrillos de las calles más populares de Santa Cruz de Tenerife. Eran muchos los que deseaban fervorosamente ver al Sevilla “de toque corto” jugar. Las circunstancias impedían poder formar un once para disputar los matchs pactados. Todo parecía perdido, asumiendo el Tenerife que tendría que disculparse públicamente y devolver el dinero de los abonos, pero un alma futbolística iba a empeñarse en agotar las últimas balas de su cartucho para que todo llegara a buen puerto, nunca mejor dicho:

clip_image016

El Progreso, 22 de agosto de 1924

En efecto, don Ramón Sánchez-Pizjuán sería quien pusiera todo su empeño para que la afición tinerfeña pudiera disfrutar del espectáculo del football. Y aunque no se podían jugar los tres partidos acordados, al menos se disputarían dos. La solución: contar con Luis Cabrera, jugador del Santa Catalina, para suplir la ausencia de Sedeño en el centro de la zaga. Aunque a los ojos del lector contemporáneo pueda parecer raro, esto era una costumbre muy arraigada en la época.

clip_image018

Cabrera, defensa central del Santa Catalina

El primer encuentro fue tildado de “hermoso y emocionante”. El vibrante tanteo, la escalada de goles, y las sucesivas remontadas, no dejaban claro quién obtendría la gloria de la victoria.

clip_image021

El Progreso, 29 de agosto de 1924

Los allí presentes estaban dispuestos a pasar las horas que fueran necesarias gozando de aquel espectáculo, su deseo más instintivo era mover las agujas del reloj del trencillas para que nunca señalara el fin. Pero todo acaba. El resultado, 3 a 4 para los sevillanos, como no. La gran figura fue Spencer, que completó un sensacional hat-trick, anotando de cabeza, de tiro raso y tras un slalom.

clip_image022

Diario La Prensa, 30 de agosto de 1924. Nótese a Herminio, a la derecha de Avilés, subido sobre la pelota para no parecer tan bajito.

El partido que cerraría la gira fue un pulso de fuerzas que finalizaría “nulo”, es decir, empate a cero. Tras este duelo, y ante la insistencia de los sevillanos en ver jugar al infantil del C.D. Tenerife, se disputaría en honor de los visitantes un encuentro entre estos últimos infantiles y los del Club Iberia.

Los viajeros sevillanos, que un mes antes habían llegado fatigados, volvían a tierras peninsulares con cuatro excelentes victorias y otros cuatro trabajados empates; bagaje suficiente para encandilar a los habitantes de las Islas Afortunadas, afortunadas de poder haber visto jugar con su estilo celestial a los Herminio, Kinké, Spencer, Brand…

Hasta el Guadalquivir todo lo que quedaba era, de nuevo, barco, olas, marejadas, cigarrillos y algo de relax.

CONTINUARÁ…


Volver a la Portada de Logo Paperblog