"La moda pasa, el estilo permanece"
(Coco Chanel)
El estilo, el que permanece, se tiene o no se tiene. Es esa especia de magia que hace que un cuerpo real, como rezaba la publicidad de una conocida crema reafirmante, brille. Que una americana roja de manga francesa, un pantalón recto blanco y un sencillo pañuelo de topos se ajusten perfectamente a un cuerpo que no es de catálogo pero lo parece.
Y sin embargo, se quejan ellas, la moda parece estar pensada sólo jóvenes con cuerpos de adolescentes. La mayoría no tienen estilo pero tienen percha. Y con eso es suficiente. Este es un post en defensa del estilo personal, de las que brillan aún en cuerpos imperfectos, de las arrugas que nacen de la risa descontrolada, de los surcos de expresión que dan personalidad a una cara.
Solía decir la filósofa de barrio Carmina Ordóñez, que las mujeres, a una determinada edad tenían que elegir entre la cara y el culo. Algunas, las elegidas, las que mantienen ese estilo propio, pueden estar orgullosas de su cara. Y de su culo.