Sinopsis:
La Orden del Temple, los templarios, ha pasado a la historia como un grupo de bravos guerreros que practicaban misteriosos rituales, que luchaban incansables, invencibles por su doble condición de soldados y monjes, de fiereza y de fe, de potencia y recogimiento.
Álvar Villar de Honrubia, caballero templario, ha recibido la misión de proteger el castillo de Salvatierra, un enclave cristiano en tierras musulmanas, y de defenderlo del asedio almohade. En el castillo se guardan, también, tesoros de la Orden. En el castillo, encontrará a Jimena de Castro, a quien ha conocido cuando ambos eran niños, a quien ha visto sufrir por la injusta muerte de su madre a manos de la justicia templaria, a quien se siente ligado de una manera inexplicable, quien lo hará tambalear en sus creencias, en su condición de monje, en sus elecciones como hombre.
«No solo era un hombre interesante y apuesto, además era siervo de Cristo. Y robarle a Dios uno de sus más fieles servidores era un justo pago, a su juicio. Él, el Creador omnipotente y misericordioso, se había llevado a su madre sometida a torturas y sufrimientos. Ella sería más compasiva: torturaría el alma del hombre, pero, a cambio, sometería su cuerpo al placer de la carne hasta enloquecerlo.»
Completan el rompecabezas de la novela el misterio de una sucesión de asesinatos en el castillo, las prácticas alquímicas, las creencias gnósticas, la búsqueda de un secreto que podría cambiar el curso de la cristiandad.
Después del éxito de Los tres nombres del lobo, Lola P. Nieva nos sorprende con esta novela en la que retoma sus temas dilectos: la Edad Media, la sensualidad árabe, el descubrimiento del amor negado, la pasión erótica; y nos entrega una historia apasionante que no puede dejar de leerse.
Opinión personal
Si algo no se puede ignorar es que Lola P. Nieva escoge ambientaciones inusuales para emplazar sus historias. En este caso nos trasladará a la Península Ibérica a principios del siglo XIII, época convulsiva en continuas guerras entre cristianos y almohades.
Creo que esta nueva novela tiene dos cosas remarcables: la primera, en mi opinión, es la gran documentación que se ve detrás de sus líneas y la segunda, es la trama, perfectamente emplazada en un hecho histórico, de gran agilidad, grandes giros y con un ritmo que no decae en ningún momento. Amenizada con unos personajes con fuerza y carácter quienes unidos a una variedad de secundarios construyen una historia que atrapa la atención del lector desde la primera letra hasta el final.
Hay varios temas que se tratan en la novela que a mí me interesan de una forma particular. El primero, el mundo de los templarios. No puedo decir la cantidad de programas del Canal de Historia que he visto sobre ellos. Quizás sea porque la historia de la Iglesia como ente económico y de gran poder a lo largo de la historia me apasiona. Y cualquier tema que tenga relación con ella me atrapa. Por otro lado, también me llama mucho la atención la controversia que gira en torno a las sagradas escrituras, los libros apócrifos, la figura de María Magdalena o la forma continua en que la iglesia a lo largo de los siglos a ninguneado a la mujer, relegándola a un papel inferior y culpándola de los pecados del mundo y, también, claro está, la figura de Jesucristo como personaje histórico. Todos estos temas, en mayor o menor medida aparecen reflejados y tienen algún tipo de mención en la historia. Por ello no es raro que la trama me haya atrapado.
Álvar, al frente de un pequeño grupo de templarios, llega al castillo de Salvatierra para protegerlo de la amenaza Almohade. Al mismo tiempo que es un punto estratégico muy importante para la Orden del Temple, en él se esconden riquezas saqueadas en las cruzadas, importantes para la Iglesia y su dominio, y no deben salir a la luz. Álvar es un verdadero guerrero templario. Pocas veces ha sucumbido a la tentación y vive según los dictados de la orden, a la que debe lealtad y fe, una fe que hace tiempo dejó de cuestionarse. Tiene un carácter fuerte, decidido, es valiente y resolutivo y su inteligencia y rápida capacidad de deducción le han convertido en un líder nato.
Al llegar al castillo se reencuentra con Jimena. Se conocieron brevemente cuando él era tan sólo un muchacho que entonces iniciaba sus andanzas en la orden. Esa niña inocente de antaño ha cambiado. Se ha convertido en una mujer decidida, de una belleza impresionante, sabedora de su poder sobre los hombres, gran manipuladora, egoísta y fría,cuya fijación es descubrir el secreto por el que su madre fue asesinada, nada hará que desista de su empeño. Es un personaje muy bien construido, pero pronto ha perdido la simpatía que esas primeras escenas tan crudas me han provocado. En general, es un personaje que no me ha gustado. Puedo entenderlo, y bien es sabido que el fin justifica los medios, pero a pesar de que puedo justificar ciertas actitudes, no me gusta la forma que tiene de arreglarlo todo. Eso no me ha estropeado la lectura. No todas las heroínas de novela romántica han sido santo de mi devoción y doy más importancia a la credibilidad del personaje que al cariño que me provoca.
En realidad, la historia entre ellos nos es lo que me había imaginado. Cuando lees la palabra templario, una de las primeras cosas que te vienen a la mente es la palabra celibato. Por ello, me esperaba mucha más lucha interior entre los deseos carnales de Álvar y sus convicciones religiosas. Es muy posible que la postura que nos muestra la autora, además de muy crítica, sea mucho más realista y acorde con la época. El problema ha sido que dónde yo me imaginaba una relación mucho más lenta y pausada, me he encontrado una relación lujuriosa y basada prácticamente en la pasión.Las que más o menos ya conocéis mis gustos, ya sabéis que es algo que no me gusta. Asumo que es lo usual y sé que la mayoría de las novelas nos narran historias de este estilo, pero me niego a aceptarlo y lanzo mi propia cruzada. Yo quiero leer esas historias en las que a pesar de que haya un flechazo, el amor venga poco a poco.
Estamos otra vez ante un amor complicado, lleno de problemas, traiciones, con unos sentimientos tan fuertes como para acabar con años de convicciones. Un amor desgarrador, que Lola sabe narrar a la perfección. Esas frases compungidas, que remueven la sensibilidad del lector. Es fácil, y casi imposible no hacerlo, emocionarse con los sentimientos de los protagonistas pero, a mí en particular, la autora no ha sabido convencerme de la fuerza de ese amor. No soy partidaria de estas historias que me dicen pero no me cuenta, pero como ya he dicho, es algo muy particular y tan solo una opinión personal.
Lola P. Nieva es una autora que me gusta como escribe. Con un lenguaje rico y certero, en más de una ocasión he tenido que echar mano del diccionario de tan puntual que es el vocabulario. En general, la novela me ha gustado, la novedad de su ambientación, una trama llena de aventuras, pasiones, traiciones y con un misterio que resolver. Fuertes caracteres encontrados, cada uno con una misión que llevar a cabo y una lealtad totalmente opuesta. Una novela bien escrita, con algunas frases que emocionan y que dejan ver la gran pasión entre los protagonistas. La historia, perfectamente hilvanada, engancha y no resulta del todo previsible, con algunos giros interesantes. Pero su punto fuerte, para mí, no ha sido la historia de amor entre Jimena y Álvar. Y ese es mi gran pero: que no he sabido ver en qué momento esa incuestionable pasión y deseo se transforma en amor. Destaco la trama y el misterio y los temas que trata, que a mí me resultan muy interesantes y siempre me han fascinado, más que la relación entre ellos que, en mi opinión, queda velada por los giros de la trama.Después del debut de Lola P. Nieva con «Los tres nombres del lobo» y esta segunda novela «Más allá del temple»─ a pesar de mis peros que han hecho que no me guste tanto como el primero ─ creo que es una autora a la que hay que tener muy en cuenta y a la que seguiré muy de cerca.
Datos de interés: Ficha del libro: - Ficha de la autora:Pepa