MÁS CERCA DE ENCONTRAR A MONA LISA: Los investigadores explican nuevos hallazgos que conducirán a estudios genéticos

SIlvano Vinceti y uno de los miembros de su equipo posan junto a la entrada a la cripta familiar del Giocondo, la Capilla de los Mártires de la Basílica de la Santísima Anunciación, en Florencia.

La búsqueda de lo restos mortales de Lisa Gherardini vuelve a ser noticia. El pasado 29 de abril, científicos italianos se adentraron en la cripta de la Capilla de los Mártires de la Basílica de la Santísima Anunciación, en Florencia, para obtener muestras de ADN de los restos del marido, Francesco del Giocondo, y de sus hijos Piero y Bartolomeo (éste en realidad hijo de la primera mujer del comerciante).

Extraen restos de la Capilla de los Mártires.

Cada vez estamos más cerca de poder comparar este material genético con el ADN de los restos exhumados en el antiguo convento de Santa Ursula (Florencia), donde sospechan fue enterrada Mona Lisa. Pero antes hay que determinar cuál de los ocho osamentas completas aquí encontradas podría ser el de la noble dama.

Según los análisis realizados por Giorgio Gruppioni, director del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Bolonia (campus de Rávena), quedan descartados cinco de los esqueletos. Muestras de los tres restantes, contemporáneos con Lisa, están siendo estudiados en la Universidad de Salento (Lecce), para ver cuál coincide con la fecha de la muerte de la Gioconda, 1542, y extraer muestras de ADN.

“Si del cruce de estos datos tenemos la fortuna de obtener una correspondencia genética entre el esqueleto de Danta Ursula y el de uno de los esqueletos exhumado en la cripta familiar del Giocondo, habremos encontrado a Piero y a su madre Lisa”, explica Silvano Vinceti, promotor de esta iniciativa y presidente del Comité Nacional para la Promoción del Patrimonio Histórico, Cultural y Ambiental de Italia.

Entonces sería posible proceder con la segunda fase de la investigación, la que Vinceti encuentra “más fascinante: reconstruir el rostro de la modelo en la que Leonardo se inspiró para pintar la Gioconda“. Llegados a ese punto, podríamos desvelar finalmente el misterio de la identidad del retrato de la enigmática sonrisa, como hace unos meses anunciábamos cuando publicamos el artículo “En busca da la tumba de Mona Lisa”.