Rosalie Blum, Volumen II: ¡Arriba las manos!
¡Arriba las manos! es la segunda parte de la trilogía iniciada con Una sensación conocida, cómic que ya comenté hace unos meses.En este volumen, Camille Jourdy, su autora, retoma los personajes de Vincent, el peluquero de vida rutinaria y madre excéntrica y posesiva, Rosalie, una mujer que ahoga sus penas en el whisky, y Aude, su sobrina, que está más perdida que un pez en el desierto y no sabe qué hacer con su vida.
Concretamente, la historia nos cuenta cómo Rosalie se da cuenta de que Vincent la sigue, y en vez de inspirarle miedo siente una tremenda curiosidad por este individuo que la sigue a todas partes y parece inofensivo. Con las mismas, le asigna a Aude, su sobrina, el trabajo de seguirle y de recabar información sobre Vincent. De esta manera veremos las técnicas de espionaje que utilizan Aude y sus amigas, y cómo evolucionan estos tres personajes.
En España, la encargada de editar este trabajo es Ediciones La Cúpula.
Kabul Disco: Cómo no fui secuestrado en Afganistán
En 2005, Nicolas Wild, dibujante de cómics francés sin domicilio fijo, encuentra el trabajo de su vida. El único inconveniente es está un poco lejos, en Kabul, en un Afganistán que aparentemente "ha salido" de la guerra. En las páginas del cómic nos narrará su aventura afgana con gran objetividad y humor, mostrando la realidad de un país que no acaba de encontrar su equilibrio. Wild será uno de los encatgados de adaptar a un cómic la constitución afagana para llegar a más gente, y que éstos la comprendan. Allí trabajará para una curiosa empresa y logrará sacar adelante su trabajo. Además, le gustará tanto el país, o se encontrará tan bien allí, que pedirá que le renueven el contrato, lo que veremos en un segundo volumen en preparación (Kabul Disco: Cómo no me convertí en opiómano).
El final del tomo se complementa con páginas reales del cómic que realizaron y algunas fotos de los propios protagonistas.
Kabul Disco ha sido comparada con otras obras de viajes como las de Guy Deslise en Pyongyang o Marjane Saptrapi en Persépolis.