Boko Haram, una secta radical islámica de Nigeria, ha secuestrado a un grupo de niñas de un instituto de la localidad de Chibok, en el estado nigeriano de Borno. Al haberse perpetuado por la noche, el número de afectadas todavía es incierto con unas cifras que bailan entre las 100 y 200 víctimas. Según testigos del incidente, los asaltadores saquearon la despensa y luego se llevaron a las niñas en distintos camiones. Este no es el primer ataque del grupo terrorista en el norte del país, donde otros estados de la zona, como Yobe y Adamawa, han decidido cerrar sus centros educativos.
Y es que Nigeria lleva viviendo unos días de caos absoluto, provocados por los constantes atentados de Boko Haram. El domingo pasado segaron más de 90 vidas en tres localidades del estado de Borno, mientras que este lunes, el grupo terrorista sembró de muertos la capital nigeriana, Abuja, después de colocar una bomba en su estación de autobuses en plena hora punta. Desde que inició su ofensiva, Boko Haram ha producido 4000 muertes en el país africano, de las cuales 1500 son solo de este año.
Este grupo quiere traer la yihad a África, a la vez que transformar Nigeria en un estado regido por la sharia o ley islámica. Si traducimos el nombre de Boko Haram desde la lengua hausa, se puede observar que significa “la educación occidental es pecado”. De ahí el interés por dañar las escuelas de un país, donde el norte es de mayoría islámica y el sur, cristiana.
Todo esto sucede poco antes de la reunión del Foro Económico Mundial en la capital de Nigeria.
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