Al menos 120 personas han muerto y decenas han resultado heridas en varios ataques terroristas lanzados en París alrededor de las diez de la noche de este viernes, según el recuento provisional de la policía.
Varios atacantes con fusiles de asalto y explosivos han protagonizado cinco tiroteos en los distritos 10 y 11 de la capital, además de provocar varias detonaciones cerca del Estadio de Francia. El ataque más grave se ha producido en la conocida sala de conciertos Bataclan, situada en el número 50 del boulevard Voltaire, donde han muerto más de 80 personas, según fuentes policiales. El fiscal de la República, François Molins, ha indicado que ocho terroristas murieron en los atentados, siete de ellos al hacer detonar explosivos atados a sus cuerpos . A medianoche, el presidente, François Hollande, ha decretado el estado de emergencia en toda Francia y ha anunciado el cierre de fronteras -poco después, el ministro de Exteriores informó de que los aviones y trenes seguirían operando- y la movilización de más fuerzas militares en el país, en torno a 1.500 soldados extra. Unas horas después, Hollande ha manifestado que el "combate [contra los terroristas] será sin piedad".
El fiscal de la República ha indicado que dos personas han muerto en el Estadio de Francia; 18, en el boulevard de Charonne; una en el boulevard Voltaire; cinco en la rue de Fontaine-au-roi, y 14 en la rue Alibert. Salvo el Estado de Francia, los otros lugares se encuentran en los distritos 10 y 11. Aún no se sabe de forma definitiva el número de víctimas de la sala Bataclan. Fuentes de la policía francesa cifran en alrededor de 200 los heridos, 80 de ellos graves. Respecto a los terroristas, tres de ellos hicieron detonar sus chalecos explosivos en el recinto, donde se celebraba un concierto, y uno murió en la intervención policial; otros tres kamikazes murieron en los alrededores del Estadio de Francia y uno más en el boulevard Voltaire. Las fuerzas de seguridad francesas buscan a otros dos individuos presuntamente implicados en los atentados.
En las inmediaciones de Bataclan se produjeron al menos dos tiroteos, uno de ellos en la calle Charonne. Los atacantes tomaron a decenas de rehenes del interior de la sala de conciertos, que tiene un aforo de 1.500 personas. Dos horas después del ataque, se escucharon disparos aislados en el interior y en el exterior. Un testigo aseguró que, mientras disparaban, los atacantes gritaron "Allahu Akbar" ( Dios es el más grande). Benjamin Cazenives, que estaba en el interior, dijo a una amiga, que a su vez trasladó la narración: "Estoy vivo. Solo tengo unos cortes. Una carnicería. Cadáveres por todas las partes". Es el mensaje que puso en las redes sociales.
Poco antes de la una de la madrugada (hora española), las fuerzas especiales francesas entraron en la sala de conciertos y en pocos minutos informaron del término de la operación. Los cuatro asaltantes de Bataclan murieron. Tras la operación, los canales de televisión han mostrado cómo miembros del cuerpo de bomberos sacaban cadáveres del interior.
Las calles próximas a los lugares de los tiroteos fueron cerradas al tráfico. La plaza de la República fue una de las cercadas por la policía. A la zona llegaron también equipos de bomberos. El jefe de una de las unidades antiincendios dijo a sus subordinados: "París está en guerra". Las zonas atacadas están cerca de la sede de la revista Charlie Hebdo, donde en enero fueron asesinadas doce personas por dos yihadistas.
"Había sangre por todos los lados. Han disparado sobre la multitud. Tenían metralletas y han disparado en todas las direcciones", han contado personas que lograron huir de la sala en medio del tiroteo y cuyos testimonios se han difundido a través de redes sociales.
Los atentados que conmocionaron Occidente
Uno de los ataques se produjo cerca del restaurante Petit Cambodge. Uno de los clientes ha contado que el tiroteo se prolongó durante más de medio minuto. Hacia las 23.30, personas que se encontraban cerca del gran centro comercial de Les Halles, en las proximidades del Ayuntamiento de París, aseguraron que habían escuchado disparos en el interior del local.
También alrededor de las diez de la noche se registraron tres explosiones en las proximidades del Estadio de Francia, en el que jugaban un partido amistoso las selecciones de fútbol de Francia y Alemania. Al menos dos personas murieron. La policía especula con la hipótesis de un ataque suicida. Al menos una de las explosiones fue provocada por una bombona de gas que tenía adosadas piezas metálicas, según una persona que vio el artefacto antes de que estallara. Las detonaciones se produjeron durante el descanso del partido.
Hollande, que se encontraba en el estadio, fue evacuado en helicóptero. Se dirigió de inmediato al Ministerio del Interior, donde se estableció una célula de crisis en el sótano. El Gobierno ha puesto en marcha el plan Rojo Alfa, concebido para casos de ataques múltiples.
En una intervención televisada, el presidente declaró esta madrugada el "estado de emergencia" en todo el país. Hollande, que fue la primera autoridad en calificar los sucesos de "ataques terroristas", dijo que ese estado de alerta conllevará numerosas detenciones por todo el país y "el cierre de fronteras" para evitar que entren nuevos terroristas o que huyan los que puedan encontrarse en el interior, aunque posteriormente el Gobierno matizó que lo que se hará es endurecer los controles fronterizos. También se aplicarán restricciones en la circulación. "Es un horror. Hemos movilizado a todas las fuerzas. Sabemos de dónde vienen y quiénes son".
Hollande convocó un Consejo de Ministros extraordinario para la misma noche del viernes que ha aprobado esas medidas concretas del estado de urgencia. El presidente ha anunciado también la movilización de fuerzas militares basadas en París y alrededores. Añadió que Francia se enfrenta a una gran "prueba de unidad y sangre fría".
Los ataques han coincidido con el primer día de la alerta policial especial lanzada por la Cumbre del Clima que se celebrará en París entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre. Desde este viernes, y durante un mes, Francia ha dejado en suspenso el acuerdo de Schengen de libre circulación de ciudadanos y ha restablecido controles fronterizos.
El Gobierno y las fuerzas de seguridad esperaban algún atentado terrorista en Francia, el país occidental más amenazado por los yihadistas. Desde los ataques del pasado enero, cuando murieron 17 personas en la capital, la policía ha desbaratado más de media docena de atentados. El último, a finales del mes pasado. Desde comienzos de año, más de 7.000 militares patrullan por las calles o vigilan centros públicos.
Fuente: El País