Revista Salud y Bienestar
Actualmente más de veinte hospitales españoles tratan los tumores urológicos con cirugía robótica. Concretamente, Andalucía cuenta con dos robots, situados en el Hospital Regional de Málaga y en el Virgen del Rocío de Sevilla. La robótica es una reciente adición a las herramientas de la cirugía mínimamente invasiva. Hace cinco años el robot Da Vinci debutó en España como colaborador de lujo para el urólogo. Su primera tarea fue la cirugía por cáncer de próstata. Esta especialidad quirúrgica ha sido la primera en incorporar el robot al quirófano. En estos años, no ha dejado de ampliar sus indicaciones. El avance de este tipo de cirugía (laparoscopia, endourología y robótica) y sus aplicaciones al campo de la Urología es uno de los contenidos del LXXVI Congreso Nacional de Urología que durante estos días y hasta el próximo sábado se celebra en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.
El doctor Humberto Villavicencio, presidente de la AEU, fue el primer cirujano español en utilizar estos sofisticados equipos. Aunque a la cabeza sigue estando Estados Unidos, que dispone de más de 500 robots en activo, en Europa la cifra cada vez es más elevada. “Mientras en los países del continente europeo aún están en fase de potenciar la cirugía laparoscópica (basada en incisiones mínimamente invasivas), los norteamericanos ya han sustituido esta técnica por los robots”, comenta el doctor Villavicencio.
Su empleo permite al urólogo trabajar con mayor precisión y reducir las complicaciones asociadas a la cirugía. Tal y como explica el doctor Álvaro Serrano, coordinador del Grupo de Endourología, Laparoscopia y Robótica de la AEU, “el impacto de las técnicas mínimamente invasivas, como son la endourología, la laparoscopia convencional y la asistida por robot, han supuesto un gran avance para esta especialidad. Hasta tal punto que ha cambiado la aptitud terapéutica frente a patologías como los tumores o la litiasis, en las que hoy en día se opta por una intervención menos agresiva y de alto poder resolutivo. Ahora no se concibe un hospital y un Servicio de Urología que no tenga estas técnicas para desarrollar su actividad. Lo que se debe a los nuevos instrumentos diseñados que permiten visualizar las cirugías con unas imágenes muy precisas, consiguiendo con ello el menor daño posible al paciente".
En nuestro país, la laparoscopia (que se realiza a través de pequeñas incisiones en el abdomen), ya es empleada como primera elección para el tratamiento de la gran mayoría de los tumores renales. De hecho es utilizada en más del 70% de los centros hospitalarios. Tanto la laparoscopia como la endourología están muy desarrolladas en España, situándose al mismo nivel que los países más avanzados en las nuevas tecnologías, como pueden ser Estados Unidos, Alemania, Italia y Francia. En el caso de la patología prostática es más frecuente optar por la cirugía robótica. En España la robótica no se ha implantado aún igual que en otros países como Italia, que cuenta ya con 60 robots frente a la veintena que ahora mismo existen en el territorio nacional.
En Estados Unidos, la robótica se ha instalado completamente y de hecho el 85% de las cirugías radicales se hacen a través de un robot. “Aunque en Europa se está avanzando mucho, aún es menor la utilización de los robots. Hoy por hoy sigue siendo un reto que hay que superar, teniendo en cuenta que en parte se explica por los costes que esto conlleva y la situación de crisis económica que vivimos en la actualidad”, afirma el doctor Serrano.
-Cirugía robótica
La cirugía robótica presenta bastantes ventajas respecto a la convencional, siempre y cuando sea realizada por un experto. El robot proporciona una visión tridimensional, dispone de brazos que se mueven con unos grados de libertad mayor que los instrumentos laparoscópicos convencionales y además se elimina el temblor de los movimientos de la mano, por lo que facilita una operación mucho más precisa. “Pese a ser una técnica con un coste elevado, el gasto es relativo si se tiene en cuenta la reducción de las complicaciones asociadas a la operación, una menor estancia hospitalaria y que el paciente se puede incorporar antes a su trabajo”, asegura el doctor Serrano.
Según apunta el doctor Villavicencio, “aunque la mayoría de los hospitales españoles que ya cuentan con estos aparatos están en Madrid, Cataluña y País Vasco, esta es una realidad de la que deberían disponer la práctica totalidad de hospitales españoles”. Y añade: “es muy probable que cuando disminuyan los costes y se simplifique la tecnología sea la cirugía del futuro”.
La cirugía robótica se empezó a emplear en nuestros país en la década de los 90, primero en patologías menos graves hasta alcanzar el nivel que existe en la actualidad. “La formación”, subraya el doctor Serrano, “tiene que existir desde la etapa del residente. Iniciándose bajo la supervisión de un tutor. Desde la AEU se están organizando cursos de formación sobre este tipo de intervenciones, que son claves para el desarrollo de esta técnica en nuestra especialidad”.
-Indicaciones de la cirugía robótica
La principal indicación en la actualidad de esta cirugía es el cáncer de próstata. Esto ha sido un paso adelante que se ha dado en los últimos años para tratar este tipo de tumor. A parte de otras ventajas, la tecnología laparoscópica robotizada tiene la posibilidad de disecar y preservar con mayor precisión los nervios encargados de la erección. También se está utilizando la cirugía robótica para tratar el tumor de vejiga infiltrante, para realizar cistectomías radicales, intentando superar los buenos resultados que se obtenían con la cirugía laparoscópica. Existen numerosas ventajas que ofrece la cistectomía radical (extracción de la vejiga urinaria) por vía laparoscópica convencional o asistida por robot en los casos de cáncer, en comparación con la cirugía abierta: la pérdida de sangre es menor y, por tanto, el porcentaje de transfusión sanguínea es muy inferior. “También en el cáncer de riñón está dando muy buenos resultados, y en lo que denominamos la cirugía reconstructiva, en la que las técnicas laparoscópicas asistidas por robot alcanzan unas ventajas muy importantes”, añade el doctor Serrano.
Durante el Congreso este tipo de cirugía ocupará una gran parte del programa científico a través de diferentes comunicaciones orales, videos, talleres de formación y cursos de adiestramiento que abordarán las últimas novedades y avances en este campo.
El doctor Humberto Villavicencio, presidente de la AEU, fue el primer cirujano español en utilizar estos sofisticados equipos. Aunque a la cabeza sigue estando Estados Unidos, que dispone de más de 500 robots en activo, en Europa la cifra cada vez es más elevada. “Mientras en los países del continente europeo aún están en fase de potenciar la cirugía laparoscópica (basada en incisiones mínimamente invasivas), los norteamericanos ya han sustituido esta técnica por los robots”, comenta el doctor Villavicencio.
Su empleo permite al urólogo trabajar con mayor precisión y reducir las complicaciones asociadas a la cirugía. Tal y como explica el doctor Álvaro Serrano, coordinador del Grupo de Endourología, Laparoscopia y Robótica de la AEU, “el impacto de las técnicas mínimamente invasivas, como son la endourología, la laparoscopia convencional y la asistida por robot, han supuesto un gran avance para esta especialidad. Hasta tal punto que ha cambiado la aptitud terapéutica frente a patologías como los tumores o la litiasis, en las que hoy en día se opta por una intervención menos agresiva y de alto poder resolutivo. Ahora no se concibe un hospital y un Servicio de Urología que no tenga estas técnicas para desarrollar su actividad. Lo que se debe a los nuevos instrumentos diseñados que permiten visualizar las cirugías con unas imágenes muy precisas, consiguiendo con ello el menor daño posible al paciente".
En nuestro país, la laparoscopia (que se realiza a través de pequeñas incisiones en el abdomen), ya es empleada como primera elección para el tratamiento de la gran mayoría de los tumores renales. De hecho es utilizada en más del 70% de los centros hospitalarios. Tanto la laparoscopia como la endourología están muy desarrolladas en España, situándose al mismo nivel que los países más avanzados en las nuevas tecnologías, como pueden ser Estados Unidos, Alemania, Italia y Francia. En el caso de la patología prostática es más frecuente optar por la cirugía robótica. En España la robótica no se ha implantado aún igual que en otros países como Italia, que cuenta ya con 60 robots frente a la veintena que ahora mismo existen en el territorio nacional.
En Estados Unidos, la robótica se ha instalado completamente y de hecho el 85% de las cirugías radicales se hacen a través de un robot. “Aunque en Europa se está avanzando mucho, aún es menor la utilización de los robots. Hoy por hoy sigue siendo un reto que hay que superar, teniendo en cuenta que en parte se explica por los costes que esto conlleva y la situación de crisis económica que vivimos en la actualidad”, afirma el doctor Serrano.
-Cirugía robótica
La cirugía robótica presenta bastantes ventajas respecto a la convencional, siempre y cuando sea realizada por un experto. El robot proporciona una visión tridimensional, dispone de brazos que se mueven con unos grados de libertad mayor que los instrumentos laparoscópicos convencionales y además se elimina el temblor de los movimientos de la mano, por lo que facilita una operación mucho más precisa. “Pese a ser una técnica con un coste elevado, el gasto es relativo si se tiene en cuenta la reducción de las complicaciones asociadas a la operación, una menor estancia hospitalaria y que el paciente se puede incorporar antes a su trabajo”, asegura el doctor Serrano.
Según apunta el doctor Villavicencio, “aunque la mayoría de los hospitales españoles que ya cuentan con estos aparatos están en Madrid, Cataluña y País Vasco, esta es una realidad de la que deberían disponer la práctica totalidad de hospitales españoles”. Y añade: “es muy probable que cuando disminuyan los costes y se simplifique la tecnología sea la cirugía del futuro”.
La cirugía robótica se empezó a emplear en nuestros país en la década de los 90, primero en patologías menos graves hasta alcanzar el nivel que existe en la actualidad. “La formación”, subraya el doctor Serrano, “tiene que existir desde la etapa del residente. Iniciándose bajo la supervisión de un tutor. Desde la AEU se están organizando cursos de formación sobre este tipo de intervenciones, que son claves para el desarrollo de esta técnica en nuestra especialidad”.
-Indicaciones de la cirugía robótica
La principal indicación en la actualidad de esta cirugía es el cáncer de próstata. Esto ha sido un paso adelante que se ha dado en los últimos años para tratar este tipo de tumor. A parte de otras ventajas, la tecnología laparoscópica robotizada tiene la posibilidad de disecar y preservar con mayor precisión los nervios encargados de la erección. También se está utilizando la cirugía robótica para tratar el tumor de vejiga infiltrante, para realizar cistectomías radicales, intentando superar los buenos resultados que se obtenían con la cirugía laparoscópica. Existen numerosas ventajas que ofrece la cistectomía radical (extracción de la vejiga urinaria) por vía laparoscópica convencional o asistida por robot en los casos de cáncer, en comparación con la cirugía abierta: la pérdida de sangre es menor y, por tanto, el porcentaje de transfusión sanguínea es muy inferior. “También en el cáncer de riñón está dando muy buenos resultados, y en lo que denominamos la cirugía reconstructiva, en la que las técnicas laparoscópicas asistidas por robot alcanzan unas ventajas muy importantes”, añade el doctor Serrano.
Durante el Congreso este tipo de cirugía ocupará una gran parte del programa científico a través de diferentes comunicaciones orales, videos, talleres de formación y cursos de adiestramiento que abordarán las últimas novedades y avances en este campo.
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