Más de 90 tips ecológicos

Mucho hemos oído y leído sobre consejos ecológicos, pero no siempre los aplicamos por pensar que es una tarea tediosa, para evitar esto te comparto algunos tips que me han parecido útiles, fáciles de aplicar y sobre todo de recordar…

Cuando compres: ¡Sé un consumidor responsable!

Adquiere sólo lo que necesites; recuerda que no vales por lo que tienes, sino por lo que eres.
Compra artículos por su contenido, no sólo por lo atractivo de su presentación. Revisa la información en la etiqueta y compara precios.
Prefiere productos con empaques fabricados con materiales reciclables; con ello contribuyes a que se consuman menos recursos naturales.
Compra productos empacados de forma más sencilla y con menos plásticos.
Reduce al mínimo el uso de productos desechables.
Si tienes opción, elige envases retornables.
Prefiere los productos cuyos envases de plástico tengan el logotipo de reciclable o reciclado.
Reutiliza las bolsas del súper para las compras, etc.
Compra limpiadores y productos de limpieza que en la etiqueta diga que son biodegradables.
O también pudieras elaborar algunos limpiadores ecológicos.
Compra de preferencia productos elaborados localmente.
Nunca compres productos derivados de especies en peligro de extinción, como corales, carey, huevos de tortuga, plumas de aves o pieles de animales.
Revisa la etiqueta de certificación de los productos, es una práctica poco común pero hay que empezar a tomarla en cuenta.
No compres animales exóticos como mascota. Ellos necesitan vivir libres en su propio ambiente.
En Navidad, es preferible que le des uso a los arbolitos artificiales y cuides tus adornos. Si comprarás un árbol natural, prefiere los que dejan con raíz para poder plantarlos más tarde en un jardín o una maceta.
La basura se crea al mezclar los residuos sólidos (orgánicos e inorgánicos). Todos podemos contribuir a reducir la basura si practicamos las 3R: reducir, reutilizar y reciclar.
Reduce los residuos sólidos. Prefiere lavar que desechar: en fiestas prefiere utensilios lavables, para tus bebidas en el trabajo utiliza una taza o un vaso de vidrio.
Reutiliza al máximo todos los artículos o productos antes de deshacerte de ellos. Por ejemplo, usa las hojas de papel por ambos lados; transforma las latas en lapiceros, joyeros o macetas; utiliza las bolsas del supermercado para los residuos o futuras compras; usa los frascos de vidrio para guardar otras cosas; fabrica juguetes con cajas usadas. ¡Deja volar a tu imaginación!
Organiza ventas de garaje, están muy de moda las propuestas online y por redes sociales, así puedes salir de los artículos que ya no te son útiles, pero que pueden servir a otras personas.
Piensa en la donación es una buena práctica de darle un segundo uso a tus cosas.
Reciclar es más fácil si separas tus residuos (orgánicos e inorgánicos).
Separar los residuos inorgánicos en forma independiente, según su tipo.
Junta y aplasta las latas de aluminio para reducir su volumen.
Separa las botellas y frascos de vidrio y no los rompas. Los vidrios rotos deben manejarse por separado y con mucho cuidado para evitar accidentes.

Reciclar es la utilización de los residuos sólidos como materia prima para fabricar nuevos productos. Te animamos a darle una segunda oportunidad a las cosas, de esta manera puedes evitar la compra innecesaria de artículos que probablemente terminen en la basura.

Hagamos la tarea ¡Separemos los residuos! Y estemos atentos de las jornadas de reciclaje locales.

La basura se crea al mezclar los residuos sólidos (orgánicos e inorgánicos). Todos podemos contribuir a reducir la basura si practicamos las 3R: reducir, reutilizar y reciclar.
Reduce los residuos sólidos. Prefiere lavar que desechar: en fiestas prefiere utensilios lavables, para tus bebidas en el trabajo utiliza una taza o un vaso de vidrio.
Reutiliza al máximo todos los artículos o productos antes de deshacerte de ellos. Por ejemplo, usa las hojas de papel por ambos lados; transforma las latas en lapiceros, joyeros o macetas; utiliza las bolsas del supermercado para los residuos o futuras compras; usa los frascos de vidrio para guardar otras cosas; fabrica juguetes con cajas usadas. ¡Deja volar a tu imaginación!
Organiza ventas de garaje, están muy de moda las propuestas online y por redes sociales, así puedes salir de los artículos que ya no te son útiles, pero que pueden servir a otras personas.
Piensa en la donación es una buena práctica de darle un segundo uso a tus cosas.
Reciclar es más fácil si separas tus residuos (orgánicos e inorgánicos).
Separar los residuos inorgánicos en forma independiente, según su tipo.
Junta y aplasta las latas de aluminio para reducir su volumen.
Separa las botellas y frascos de vidrio y no los rompas. Los vidrios rotos deben manejarse por separado y con mucho cuidado para evitar accidentes.

Cuida el líquido vital y enseña a los niños a no desperdiciarlo.

Empezando que no se debe contaminar el agua. Tenemos la idea de que en nuestro planeta el agua es abundante; sin embargo, la mayor parte es salada y no la podemos usar directamente en actividades humanas.

Cuida el uso de agua potable.
Enseña a los peques a cuidarla también, por ejemplo a no derramar más de la cuenta a la hora de cepillarse, ser consciente en la ducha, al lavar los platos, etc.
Revisa regularmente las instalaciones hidrosanitarias y equipos para detectar fugas.
Mantente alerta si ves manchas por humedad en paredes y techos. Generalmente son señales de fugas y pueden afectar tu casa.
Cierra las llaves del agua mientras te enjabonas o afeitas. Ábrelas sólo para enjuagarte.
Coloca un balde para recoger el agua fría mientras sale la caliente. Puedes usarla después en la limpieza de la casa, del carro o para regar las plantas.
Enjuágate los dientes, después de cepillarte, con un vaso de agua.
Recordemos…¡Gota a gota el agua se agota! Al fugarse una gota por segundo, al final del día se llena un balde de por lo menos 30 litros.
Limpia conscientemente, y no abuses de los productos de limpieza.
Aprovecha el agua jabonosa para lavar los baños o pisos de afuera.
Si la del enjuague está libre de productos de limpieza, utilízala para regar las plantas o el jardín.
Antes de lavar los platos, retira los residuos orgánicos (comida).
Cuida que la llave del fregadero no gotee al cerrarla.
Cambia los empaques cada vez que sea necesario.
Lava las verduras en un recipiente con agua.
Si lavas la ropa en el lavadero, no desperdicies el agua. Reutiliza el agua con la que enjuagaste para remojar la siguiente tanda de ropa sucia.
Si utilizas lavadora, úsala sólo para cargas completas. Esto ayuda a ahorrar agua y energía eléctrica.
Utiliza la mínima cantidad de jabón o detergente. Además de requerir menos agua para enjuagarla, la ropa dura más.
Riega las plantas durante la noche o muy temprano, cuando el sol tarda más en evaporar el agua.
En lo posible, reutiliza el agua que juntaste de la regadera y de lavar las verduras para regar las plantas o el jardín.
Nunca laves el automóvil con manguera; utiliza sólo un balde.
Podrías recolectar el agua de lluvia para regar las plantas, limpiar la casa, etc.
Es recomendable nunca arrojar aceite, líquido de frenos o anticongelante al drenaje. Son sustancias altamente contaminantes del agua. Infórmate sobre empresas y lugares que reciben el aceite gastado.
Barre el patio o la acera en seco con una escoba y un recogedor.
Los bosques y selvas son vitales, Protégelos!…
En lo posible adopta la “misión” de plantar por lo menos un árbol. Los árboles y las plantas capturan el dióxido de carbono del aire y liberan oxígeno al ambiente. Nos dan hermosos paisajes, lugares de descanso, y espacios para llevar a cabo actividades educativas, recreativas y turísticas.
Reforesta con especies de árboles nativos. Son el hogar de animales, plantas, insectos y de muchos organismos microscópicos importantes para el equilibrio de la vida.
Recupera las zonas erosionadas sembrando plantas o árboles. Disminuyen los efectos de fenómenos naturales como huracanes, ciclones o tormentas que pueden causar inundaciones, deslaves u otros desastres.
Si lo de plantar un árbol no se te da tan seguido, puedes mantener plantas en casa.

Protege y respeta el entorno!

Cuando visites un bosque o una selva respeta las plantas y animales. No traigas especies a tu casa.
Puedes pensar en realizar trabajo voluntario en áreas protegidas para reforestarlas y mantenerlas limpias.
No dejes basura y recoge la que encuentres, aunque no sea tuya. Muchos animales silvestres mueren por haber ingerido bolsas, botellas, colillas u otros objetos tirados por los visitantes.
Si prendes una fogata, asegúrate de apagarla perfectamente antes de irte.
Si ves un incendio forestal repórtalo.
Aprende más sobre este tema y participa en la adopción y plantación de Nuevos Bosques.
Aprovecha al máximo la luz natural, enciende la luz sólo cuando la necesites.
Cambia los bombillos comunes por lámparas ahorradoras (fluorescentes). Cuestan un poco más, pero consumen menos energía y duran más tiempo. A la larga ahorras dinero.
Limpia periódicamente bombillos y lámparas; el polvo bloquea la luz.
Pinta techos y paredes de colores claros, así tendrás mejor iluminación.
Evita en lo posible el uso de pilas. (Si necesitas usar pilas, procura que sea recargable).
Lleva las pilas usadas a puntos de recolección en tu ciudad.
Asegúrate que la puerta del refrigerador cierre herméticamente para que no utilice energía de más.
No dejes abierta la puerta de la nevera más tiempo del necesario.
Nunca introduzcas alimentos calientes, ya que el refrigerador usará más energía.
Coloca el refrigerador alejado de la cocina, del calentador de agua o de una ventana en donde le dé el sol directamente.
Es importante mantener la nevera siempre limpia.
No abuses de los aparatos electrodomésticos.
Sigue las recomendaciones de uso, mantenimiento y seguridad que aconseje el fabricante.
Procura sustituir los aparatos viejos por nuevos, ya que consumen menos energía.
Enciende el televisor sólo cuando realmente desees ver algún programa.
Plancha la mayor cantidad posible de ropa en cada sesión; así aprovecharás el calor acumulado.
Plancha primero la ropa que requiera menos calor y hazlo durante el día. Al aprovechar la luz natural evitas encender un bombillo extra.
Cambia los filtros sucios y limpia los depósitos de polvo y basura de la aspiradora. Esto hace que el aparato trabaje con mayor eficiencia y ahorre energía.
Utiliza menos la secadora.
Desconecta todos los aparatos que no utilices.
Verifica que tu aire acondiconado funcione correctamente (motor, cableado y termostato).
Mantén la habitación cerrada para conservar la temperatura.
Apaga el aire acondicionado al salir de la habitación si vas a permanecer fuera mucho tiempo.
Limpia el filtro de aire cada 15 días. Los filtros sucios y los depósitos saturados de polvo provocan que el motor trabaje sobrecargado y reduzca su utilidad.
Da mantenimiento cada año a todo el equipo de AA. Está comprobado que los acondicionadores de aire que tienen dos años o más sin mantenimiento consumen mayor energía.
Evita en lo posible no comprar equipos de segunda mano. Son de tecnología obsoleta y consumen mucho más energía.
Si vas a comprar un aire acondicionado, comprueba que tenga la capacidad de enfriamiento que requieres.
Revisa la etiqueta amarilla para conocer la eficiencia energética del aparato.
Evita generar ruidos molestos, también recuerda que existe la contaminación sónica.
Conservar los suelos, no arrojes basura, ni desechos por donde andes. Igual se aplica para la montaña, playa, ciudad, etc.
Usa menos tu vehículo. Y realiza a tiempo el mantenimiento de servicio al mismo.
El más importante, forma y educa a tu familia, divulga en tu entorno estos u otros consejos, o mejor aún crea los tuyos propios y haz eco de ellos con tus acciones.
Crea soluciones fáciles de aplicar y de recomendar, para evitar el despilfarro de nuestros recursos.
Recuerda que los derechos de uno terminan donde comienzan los de los demás. Actúa de manera responsable, solidaria, cooperativa y respetuosa con todos los seres vivos.

Con información de HogaresVerdes