Por Iliana Fuentes Lugo
La democracia se ha convertido en uno de los conceptos más utilizados y aceptados cuando se habla de política en cualquier parte del mundo, pero en la práctica no existe un modelo único de lo que significa y lo que se requiere para establecerla.
Desde su constitución, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha promovido la democracia como un valor a seguir para todos sus miembros a través de elecciones con el voto directo de sus ciudadanos, o lo que se conoce como democracia representativa. Aun así, reconocen que no existe una sola forma de democracia y que cada país tendrá que adaptarlo a su realidad histórica, cultural y social.
“Las Naciones Unidas no tienen por objetivo exportar o promover ningún modelo particular de democracia nacional o regional. Trabajan en el entendimiento de que el ideal democrático está enraizado en filosofías y tradiciones de todas las partes del mundo”, indica Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, en su mensaje ante la celebración del Día Internacional de la Democracia, que desde 2008 se conmemora cada 15 de septiembre.
En Puerto Rico como en Estados Unidos, se ha adoptado un modelo representativo en el que se celebran elecciones por sufragio universal y voto secreto para elegir a los líderes que estarán a cargo de la toma de decisiones.
Bajo este modelo, se entiende la democracia como un proceso que debe incluir una competencia entre representantes con distintas ideas de cómo se debe hacer política, la participación de los ciudadanos para escoger a esos delegados y la oportunidad de que exista rendición de cuentas, explicó Phillip Escoriaza, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Interamericana.
Sin embargo, el proceso electoral no es lo único que define a una sociedad democrática. Según Escoriaza, es importante que se garanticen las libertades de expresión, reunión, asociación y pariticipación en asuntos públicos.
“El voto es el arma más directa y más certera, pero como se usa tan pocas veces existen todas estas otras libertades que son parte de la democracia”, indicó el también abogado civil.
Hay modelos democráticos que permiten que las personas estén más cerca de la toma de decisiones sobre las políticas que les afectan. Estos se conocen también como democracia participativa o directa, según José Rivera, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.
“En países como Suiza, las personas son consultadas mediante referendos tanto para cuestiones de gran envergadura y para cuestiones sencillas”, dijo Rivera.
El también profesor de relaciones internacionales explicó que en ese país europeo se celebran consultas cuando los líderes políticos no se ponen de acuerdo sobre un tema particular.
Así es como los suizos han tenido la oportunidad de decidir si quieren formar parte de la Unión Europea o cuánto tiempo debe estar un semáforo en rojo.
En Estados Unidos, estados como Oregón han establecido gobiernos regionales en los que se celebran vistas públicas en las que los ciudadanos cuentan con el triple del tiempo para expresarse que el que tienen los políticos electos.
Estas instancias de democracia participativa radican más en la voluntad del pueblo para hacerse escuchar que en la decisión de los gobiernos. Por eso, Rivera considera que “la democracia participativa depende del ciudadano y de que existan foros en los que el ciudadano pueda expresarse”.
Fuente: elnuevodia.com