En Estados Unidos, en el famoso maratón de Boston, Kathrine Switzer rompió en 1967 una barrera histórica: fue la primera mujer en correr un maratón de forma oficial —se inscribió con las iniciales de su nombre, K. V.—, cuando las carreras de fondo estaban prohibidas para las féminas porque se pensaba que podían afectar a su posibilidad de ser madres. En esas fechas, la prueba más larga que podía correr una mujer era de 800 metros. En 2012 se inscribieron en esa maratón 11.152 mujeres, el 42% de los participantes. El auge del deporte femenino de base es evidente. En las inscripciones de multitud de carreras populares de grandes ciudades se ha pasado de un 5 ó 10% de participación femenina a un 40 ó 45%”.
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