Ya huele a verano (en el hemisferio norte) y se acercan las vacaciones escolares. Algunos comenzaréis a tener algo más de tiempo libre y otros seguiréis trabajando con el mismo ritmo, pero a todos os invito a realizar algunos de los siguientes ejercicios de escritura.
Nadie va a poneros nota. De hecho, no es necesario que se los enseñéis a nadie. Cuando escribimos, lo hacemos en primer lugar para nosotros, en segundo lugar, para nosotros y, después, para los demás. Escribir tiene que ser un placer en sí mismo, más allá de las alabanzas o reflexiones positivas que logren vuestras obras.
Y, como no os quiero aburrir con mis pensamientos, vamos directamente a las tareas:
-Elige un libro que tengas en casa. Ábrelo por la página que quieras. Lee un pasaje en el que ocurra algo. Imagínate la escena. Escríbela a tu estilo, desde tu punto de vista, cambiando lo que quieras.
-Escoge un tema controvertido del que hayas leído algo, o hayas escuchado alguna noticia. Piensa cuál es tu postura sobre ese asunto y trata de razonar por qué es así. Sitúate en la postura contraria e intenta argumentar desde ese punto de vista. Escribe un diálogo en el que dos personas debatan sobre ese asunto e intenta que el lector elija tu postura. Después vuelve a reescribirlo, procurando que los lectores se decanten por la otra opción.
-Mira las siguientes fotografías, elige una de ellas (o todas) y escribe una descripción psicológica como si fuera parte de una novela. Puedes hacerla desde dentro del personaje, desde el punto de vista del narrador o como prefieras.
Espero que os resulte entretenido y que os ayude a escribir un rato. Igual que la otra vez, si alguien se anima a enviarme sus escritos, los publicaré en la próxima entrada.
Un saludo