La Unión Europea debería invertir un mínimo de 2.000 millones de euros al año en tecnologías con baja emisión de carbono, según una resolución aprobada el 11 de marzo por los miembros de la Eurocámara.
Es más, se necesitarán fondos adicionales de otros recursos públicos y privados para que la UE alcance sus objetivos contra el cambio climático antes del 2020, añaden los eurodiputados. Esta resolución, relativa a inversiones dedicadas al desarrollo de tecnologías energéticas con baja emisión de carbono, el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (EETE), fue aprobada en la Sesión Plenaria del Parlamento Europeo, en Estrasburgo (Francia), por 444 votos a favor, 88 en contra y 32 abstenciones.
En noviembre de 2009 la Comisión Europea publicó una comunicación sobre la inversión en el desarrollo de tecnologías energéticas con baja emisión de carbono. La ampliación de los fondos destinados a estas tecnologías no sólo debería facilitar a la UE el logro de sus metas para combatir el cambio climático, sino también dar vigor al mercado laboral, generar riqueza, aumentar la competitividad y asegurar el suministro energético de la UE.
En la resolución referida, los eurodiputados reiteraron su petición de que se adjudiquen al menos 2.000 millones de euros del presupuesto anual de la UE a tecnologías con baja emisión de carbono de manera adicional a la financiación ya concedida por medio del Séptimo Programa Marco (7PM) y el Programa Marco para la Innovación y la Competitividad (PIC). Los parlamentarios piden «que la Comisión y los Estados miembros establezcan con urgencia un calendario de financiación relativo a los recursos que comprometerán para garantizar que el flujo de fondos comience en 2010».
Además, consideran que se podrían utilizar los 300 millones de euros de derechos comunitarios destinados a la dotación de la reserva para los nuevos entrantes del régimen comunitario de comercio de derechos de emisión para apoyar la captura y almacenamiento del carbono y las energías renovables innovadoras. Asimismo, la Eurocámara pide que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) aumente su oferta de créditos a proyectos energéticos y que conceda la prioridad adecuada a proyectos que refuercen la viabilidad de la energía sostenible con baja emisión de carbono (por ejemplo, el desarrollo de redes inteligentes y de pequeñas instalaciones hidroeléctricas).
Los europarlamentarios opinan que las pequeñas y medianas empresas (PYME) se encuentran rezagadas en cuanto al desarrollo de muchas tecnologías energéticas con baja emisión de carbono y piden, por lo tanto, que se reserve a las PYME «una parte muy significativa» de la financiación de la UE disponible en el marco del Plan EETE y subrayan que el acceso a subvenciones y préstamos públicos «debe diseñarse pensando en que resulte fácil para las PYME».
También cabe destacar que la Eurocámara pide a la Comisión que, en estrecha cooperación con el BEI, «presente sin demora y a más tardar en 2011 una propuesta detallada de instrumento de financiación de proyectos de energía renovable y de eficiencia energética y de desarrollo de redes inteligentes».
Los europarlamentarios prestan también atención a la base de investigación, y subrayan que «debe ampliarse la capacidad de investigación fundamental de la UE» y que «son esenciales una mayor educación y formación para disponer de recursos humanos en la cantidad y con la calidad necesarias para aprovechar plenamente las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías». Por último, en la resolución se destaca la importancia de fomentar la cooperación internacional, en especial con los países emergentes y en desarrollo en el ámbito del diseño y despliegue de tecnologías sostenibles con baja emisión de carbono.
Por otra parte, la Comisión Europea ha publicado un informe según el cual la UE va en camino de superar su meta de generar el 20% de toda la energía consumida a partir de energías renovables, tal y como se estableció en la Directiva sobre energías renovables. Según dicho informe, 10 de los 27 Estados miembros de la UE probablemente sobrepasen sus objetivos nacionales y otros 12 los cumplirán. Se prevé que tan sólo cinco países no lograrán alcanzar sus objetivos valiéndose únicamente de fuentes nacionales de energía renovable.
El Comisario europeo de Energía, Günter Oettinger, acogió con satisfacción el informe y declaró: «Esta es una noticia muy positiva para el medio ambiente, puesto que nos facilitará el recorte de las emisiones de CO2 y, a la vez, reforzará nuestra seguridad energética. También supone un mensaje muy positivo para nuestra economía y nuestro tejido empresarial. Ofrece un incentivo para invertir en tecnologías ecológicas y producir energías renovables.»
Fuente: Cordis
Foto de portada: Pfala