En esta entrada quería traeros de nuevo un par de recomendaciones de mini-series que he visto últimamente y que me han gustado mucho. Estos días sigo viendo más series que películas y sigo enganchándome sobre todo a series cortitas que tienen 1 o 2 temporadas y se acaban, así que me encant que se estén poniendo tan de moda.
Esta serie probablemente la conozcáis porque se ha hecho muy famosa en Netflix, y en mi opinión, con razón. Gambito de dama nos cuenta la historia de Beth Harmon, una niña que pronto resulta ser una genio del ajedrez. El mayor mérito de esta serie consiste en engancharte y tenerte en tensión incluso si no te gusta el ajedrez y no sabes nada sobre el tema: no pasa nada, porque las partidas están contadas de tal forma que te enteras, que sientes la emoción. Desde luego, te abre los ojos totalmente a este mundo, hace que te intereses.
Por otro lado, la gran joya de esta serie es la protagonista, Beth Harmon, que es una muchacha con muchos problemas: problemas de bebida, de drogas, de necesitad afectiva, de soledad... desde luego, no falta el drama ni los temas duros en esta serie. El personaje de Beth es carismático, acapara toda la pantalla y toda la atención del espectador sin esfuerzo. Otro punto a favor es el vestuario: glamuroso, acorde con la época y llamativo, sin duda hace de la serie una delicia visual. Por último, mencionar la banda sonora, muy acorde con el contexto histórico.
En definitiva, esta serie va de menos a más, atrapa desde el primer momento y ya no te suelta hasta el final. Totalmente recomendada.
Esta serie está basada en el libro de Fernando Aramburu, del mismo nombre, que también leí en año pasado. Ambos son muy recomendables pero confieso que, si tengo que elegir, casi que me quedo con la serie. Contada con parsimonia, igual que el libro, sin prisa, hace hincapié en estas dos familias separadas por ETA y por el asesinato de un miembro de una de estas familias. Consigue hacer un retrato psicológico muy real de todos los personajes: hace que los conozcas, que les cojas cariño, que te identifiques con sus vivencias y con su situación. Es lenta, pero he de decir que se me hizo hasta más amena y con más tensión que el libro. Por otro lado, los saltos temporales no son tan confusos.
Patria es de esas series que te dejan el corazón en un puño. Te hacen pensar, te hacen darte cuenta de que no todo es blanco o negro y en ese sentido no pierde nada de la esencia del libro. Además, en la serie sí que encontré ciertos momentos que me hicieron reír, sobre todo debido al carácter tan áspero y seco de las dos protagonistas: Bittori y Mirem, que en el libro me parecieron más insoportables.