El azar retrata la página de un día cualquiera. Foto AJR, 2019.
Haré un poema de la pura nada,pero como la nada ya está dicha,
añadiré que a veces su caricia
hiela la sangre y nos vacía el alma. En este tiempo extraño nada queda
a salvo de la duda y sus disfraces.
La vida vuela y nada puede amarse
que dure para siempre, ni la hoguera de energía que no se extingue nunca,
la sopa cuántica, el polvo de estrellas,
la invariable luz del universo. Alzo mis ojos en la noche oscura
y lo que veo al fondo es la tristeza
de no poder amarte contra el tiempo.